El lanzador Vladimir García amplió a 14 su cadena de victorias al hilo, con dos objetivos en la mira y el brazo: ganar la corona nacional y regresar al equipo Cuba.

Relajado como casi nunca -se dice aquí que cuando García pitchea, su equipo no batea-, el Cañón de la Trocha maniató a la ofensiva de Granma para ganar primero en la final oriental del béisbol cubano.

En declaraciones a Prensa Latina tras el encuentro, el derecho se mostró satisfecho con su desempeño y feliz del respaldo ofensivo de Ciego de Ávila, que derrotó por supernocao 20-0 a Granma.

Su último revés fue por la mínima (1-2) el pasado 27 de enero ante el internacional Yadier Pedroso, pero García solo piensa en la racha como una serie de pasos hacia el esperado título para Ciego.

«Estoy al tanto de la cadena, pero solo pienso en ganar este año y regresar al equipo Cuba, mi otra gran meta», aseguró el líder en juegos completos de la 51 Serie Nacional (11).

Consideró muy importante abrir con una victoria tan contundente sobre los llamados Alazanes, para darles «un parón anímico, pues ellos venían animados de ganarle a Villa Clara», precisó.

Cerrador devenido abridor de los subcampeones nacionales, García encabezó varios casilleros esta serie: segundo en ganados (14) y séptimo en ponches (101), aunque regaló demasiados boletos (68).

La víspera concedió uno al granmense slugger Alfredo Despaigne, que motivó un intercambio de palabras entre ambos cuando el recordista nacional de jonrones caminaba hacia la primera base.

Al preguntarle al respecto, García le restó importancia: solo le dijo a Despaigne que había pasado el bate, y el slugger lo negaba, aunque con 20 carreras arriba, daba lo mismo otra pifia arbitral.

«Me sentí bien, me preparé toda la temporada para los play-off, con más cargas para llegar a esta altura en óptima forma, Granma es un gran equipo, pero no vamos a parar», concluyó el as avileño.