Casi un tercio de los hispanos de Nueva York vive en la pobreza
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Casi la tercera parte de la población hispana de Nueva York vive en condiciones de pobreza, con lo que este grupo étnico concentra el mayor porcentaje de pobres en la ciudad, de acuerdo con un informe elaborado por el Centro Furman de la Universidad de Nueva York.
De acuerdo con el documento, difundido la noche del miércoles, el 28.4 por ciento de los hispanos que vive en Nueva York son pobres, frente al 22.7 por ciento de los afroamericanos, el 18.3 por ciento de los asiáticos y el 12.0 por ciento de los blancos.
Asimismo, los hispanos en Nueva York tienen mayor probabilidad de vivir en la pobreza que los hispanos en el resto de Estados Unidos, donde 25 por ciento vive en estas condiciones.
En general, la ciudad de Nueva York concentra mayor pobreza que el promedio de Estados Unidos, en especial para los niños y los adultos mayores.
Mientras que el 30 por ciento de los niños de Nueva York vivía en pobreza entre los años 2011 al 2015, sólo el 22 por ciento era pobre a nivel nacional. La tasa de pobreza para los adultos mayores de Nueva York (18 por ciento) es el doble de la tasa de pobreza en Estados Unidos (9.0 por ciento).
El documento destacó que desde la década de 1980, la tasa de pobreza de Nueva York se ha mantenido constante, abarcando entre 19 y 21 por ciento de la población de la ciudad. Actualmente es de 20.6 por ciento.
En total, casi 1.7 millones de neoyorquinos viven en la pobreza, una cantidad mayor al total de habitantes de las ciudades de Filadelfia o Phoenix, por ejemplo.
El informe también encontró grandes diferencias en las condiciones de vida entre zonas de alta y baja pobreza. Los barrios de mayor pobreza de la ciudad de Nueva York tienen mayores índices de delitos violentos, escuelas de peores desempeños y menos adultos empleados o con estudios superiores.
También hay diferencias significativas en quién vive en barrios de alta marginación. Los neoyorquinos afroamericanos e hispanos pobres, así como los niños pobres, son mucho más propensos a vivir en barrios de alta pobreza que otros neoyorquinos marginados.
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