Encontradas por casualidad dos páginas inéditas de El principito
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La casa parisiense de subastas Artcurial ha hallado dos páginas inéditas de El principito, el cuento clásico del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). Los textos, casi ilegibles, fueron descubiertos entre varios manuscritos que un coleccionista envió a la casa para que fueran tasados. Las dos hojas han sido valoradas en más de 65 000 dólares (unos 50 000 euros) y saldrán a subasta el 16 de mayo. En el paquete de manuscritos entregados a la casa de subastas también estaban 121 páginas del libro Piloto de guerra (1942), estimadas en 250 000 euros.
Las páginas son del mismo material que Saint-Exupéry utilizó para el original de El principito, un papel americano habitual durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que los expertos las sitúan en 1940 o 1941. La primera de las dos hojas, amarillenta y con varias tachaduras, contiene variaciones de los capítulos 17 y 19 del libro. En la segunda el autor introdujo a un personaje desconocido: el primer hombre que el protagonista encuentra al llegar a la Tierra.
Según uno de los responsables de Artcurial, Olivier Devers, han decidido llamar al nuevo personaje "el crucigramista", ya que se encuentra buscando una palabra de seis letras que significa "gargarismo", según se puede apreciar en el diálogo que mantiene con el Principito en el texto inédito. La solución al enigma no se encuentra en el texto hallado, aunque los expertos de la casa de subastas creen que la palabra que busca el hombre puede ser "guerra".
Devers ha declarado que "al descifrar la ilegible escritura de estas dos páginas", se dio cuenta de que se trataba de un pasaje de El Principito. En el texto se menciona varias veces al personaje.
Es la primera vez en 70 años que se descubre material desconocido de este clásico de la literatura mundial, la historia del aviador perdido en un desierto que se encuentra con un niño triste. El manuscrito original, conservado en la biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York, fue donado por el escritor a la periodista neoyorquina Silvia Hamilton Reinhardt, amiga de su traductor, cuando se disponía a viajar a África en 1943. Un año después, el aventurero Saint-Exupéry desaparecía para siempre mientras volaba con su avioneta.
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