El partido marcará además el reencuentro de la "canarinha" con un estadio de triste recordación para los dueños de casa: el Mineirao de Belo Horizonte, donde dos años atrás, en las semifinales de la Copa del Mundo, el equipo de Alemania le infligió una humillante derrota de 7-1.

Los brasileños encaran el desafío de esta noche en mucho mejor situación que sus rivales, pues llegan como líderes en solitario de la eliminatoria con 21 puntos, resultantes de seis victorias (cuatro de éstas conseguidas al hilo en la era del nuevo DT Tite), tres empates y una sola derrota, sufrida ante Chile (0-2) en la primera ronda.

Argentina, por su parte, se ubica sexto en la clasificación con 16 unidades, después de ganar cuatro, empatar otros tantos y sufrir par de reveses.

De cualquier modo, los de la albiceleste presumen que en la historia de enfrentamientos entre selecciones mayores el conteo les favorece: en 102 encuentros disputados, ellos consiguieron 37 triunfos por 35 los de la "verdeamarelha", mientras otros 26 choques finalizaron empatados.

Entre estos se incluye el último que jugaron el 13 de noviembre del pasado año y correspondiente a la tercera ronda de la eliminatoria suramericana, saldado con abrazo a un gol gracias al desempeño de Ezequiel Lavezzi y Lucas Lima.

Brasil, por su parte, se precia de ser el más reciente vencedor de la encendida porfía entre ambos planteles, que data del lejano 1914. El éxito fue conseguido el 11 de octubre de 2014, cuando disputaron en Beijing el Superclásico de las Américas.

Historia aparte, la tropa que comanda Tite viene de eslabonar cuatro triunfos en la ruta que debe conducirla al Mundial de Rusa 2018: frente a Ecuador (3-0), Colombia (2-1), Bolivia (5-0) y Venezuela (2-0). Y es, además, el equipo que más goles tiene anotados con 23.

En cuanto a Argentina, esta noche virtualmente se juega su futuro en las eliminatorias, en las que avanza después de Brasil (21), Uruguay (20), Ecuador (17), Colombia (17) y Chile (16).

Para hoy contará con los inestimables servicios de Messi, quien no pudo defender los colores de la selección en las tres fechas anteriores por encontrarse lesionado; una ausencia reflejada con claridad en el desempeño de la albiceleste, que logró apenas sacar dos empates frente a Venezuela y Perú y además sucumbió ante Paraguay.