La guardameta de la selección de Gambia llegó a Europa, como era su sueño, pero sin vida, este 27 de octubre. De esa manera se incorporó a los más de cuatro mil fallecidos este año en el mar, tratando de alcanzar las costas europeas.

En septiembre Jawara escapó de su país con el anhelo de llegar a Europa y sobrevivió a los difíciles escollos del desierto del Sahara, arribó a Libia, donde embarcó y poco después murió ahogada al naufragar la embarcación en que viajaba.

Gambia llora hoy la pérdida del número 19 de su selección femenina de fútbol, se fue para siempre una jugadora muy talentosa, jovial, abierta y consagrada al entrenamiento y la competencia, 'siempre con ganas de llevar a su equipo a la victoria', como la recuerda la coordinadora del fútbol rama femenina de ese país africano, Sainey Sissokho.

Jawara aspiraba a formar parte de una liga profesional europea para colmar sus sueños como atleta y al mismo tiempo mejorar sus condiciones de vida y ampliar los horizontes de su crecimiento como ser humano.

En cualquier otra circunstancia, el trágico final de Jawara serviría para desalentar a quienes como ella se ponen en manos de contrabandistas sin escrúpulos para realizar una peligrosa travesía hacia un destino incierto.

Sin embargo, la avalancha de personas que se lanzan al mar crece y solo a Italia, en lo que va del año, arribaron más de 159 mil por esa vía y, de mantenerse la tendencia, se augura que la cifra superará el récord de 170 mil para un período de 12 meses.

Lamentablemente, para las Jawaras por venir, como para la inmensa mayoría, sin nombres reconocidos ni glorias pasadas, incluso para quienes logran sobrevivir e instalarse en el Viejo Continente, la Europa de sus sueños deviene una pesadilla.