Eglys Cruz y Dianelys Pérez: Mundos paralelos cruzados por dianas y disparos

“Eglys es experimentada, de arsenal técnico-táctico y psicológico elevado, muy competitiva y enfrenta los escenarios a tono con su carácter ecuánime. Dianelys es una joven talentosa y de muchos progresos, pausada, ecuánime, eso la ayudará en su primera experiencia en Copas del mundo y a adaptarse a escenarios adversos. Los parámetros de resultados de ambas, a tono con sus edades es muy positivo: Eglys ganó el 3x20 a 50 metros con 18 años sus primeros Juegos Centroamericanos con 539 puntos y con 23 se impuso en  los Panamericanos de Santo Domingo con 571. Dianelys contaba los mismos años cuando venció en Cartagena (560) y Guadalajara (576)”.

Así caracterizó el mentor Ignacio Cruz a sus pupilas, con universos paralelos unidos por dianas y disparos. No es para menos, cuatro horas diarias a los entrenamientos, más de 200 disparos entre balas, aire y tiros en seco, seis kilogramos entre traje y botas sumado a otros 6.5 si se trata del fusil de balas y 5.5 en el de aire. Imaginen entonces.

Cruz por ejemplo, de 31 años y 15 en el equipo nacional tiene todo su equipamiento Saber, incluido ambos fusiles, adquiridos en el 2005 por lo que se puede afirmar que lo conoce al dedillo.

Confesó que la preparación del ciclo anterior de cara a Beijing fue mucho mejor que esta, que no le desagrada entrenar la parte física y se define como una persona serena, hasta un tanto introvertida cuestión que no dudó en valorar de complemento positivo para enfrentar su disciplina. En ese sentido ha aumentado su equilibrio emocional por el hecho de vivir desde hace un tiempo acá en La Habana.

A sus 23 Dianelys, natural de Jagüey Grande y siempre sonriente destaca por su ecuanimidad, quizá influya el hecho de estar terminando sus estudios de Psicología, igualmente desde los 10 años solo se ha dedicado al fusil, considera que el físico es necesario pero no le agrada entrenarlo, disfruta en extremo relajarse con la TV y prefiere la modalidad de 3x20, especialmente desde la posición de rodilla.

Ambas definen a Ignacio como un eslabón fundamental en su carrera, un entrenador muy conocedor y experimentado a todos los niveles, al que le deben un por ciento  elevado de sus resultados deportivos.

Recientemente ambas se pusieron a prueba y prácticamente arrasaron en la altura de Ciudad Guatemala (1 592 metros sobre el nivel del mar), donde se despidieron a ritmo de preseas en una lid que reunió a tiradores de ocho países y selló de manera exitosa la base de entrenamiento de un mes.

La matancera Dianelys Pérez continuó demostrando que tiene para seguir los pasos de su coequipera Eglys Cruz y se coronó tanto en el rifle de aire como en el 3x20 a 50 metros.

Acumulado de 495,7 puntos le deparó la primera modalidad, divididos en 395 durante la clasificación y 100,7 en la final. Aquí Eglys la secundó con 491,8 (390-101,8), mientras que la puertorriqueña Yaneisi Mercado se agenció el bronce con 490,7. Por colectivos las cubanas dejaron sin opciones a las guatemaltecas y las salvadoreñas.

En el 3x20 Pérez apostó nuevamente a la serenidad propia de una casi licenciada en Psicología y se impuso con 582, superiores a sus 576 vencedores en Guadalajara, y a los 579 de la espirituana Cruz, su escolta por segunda ocasión y quien se coronó en la prueba de fusil tendido con 590 y 36x por 590 y 35x Pérez.

Ambas reanudaron su preparación en el polígono Enrique Borbonet, en donde entre otras cosas pondrán énfasis en el nuevo sistema de desempate (shut off) para aquellas tiradoras que culminen la clasificación de un certamen igualadas. ¿En qué consiste? Pues inicialmente en una ronda de cinco disparos y luego, de persistir el abrazo, tiro a tiro hasta quedar la agraciada. Según confesaron, aumenta la presión, pero es más justo.

Desde hace ya algún tiempo sus mentes están ocupadas por dianas y el único objetivo de rendir una actuación meritoria a partir del 28 de julio en los Juegos Olímpicos de Londres, cuando 390 atletas disparen por medallas en las 15 modalidades convocadas por el tiro deportivo.