El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó en un comunicado consternación por el sabotaje con bomba perpetrado la víspera por los yihadistas en una concurrida zona capitalina, mientras los iraquíes se preparaban para la celebración musulmana del Eid al-Fitr, que cierra el mes sagrado del Ramadán.

Ban trasmitió sus condolencias al pueblo y el gobierno del país del Medio Oriente, cuyas autoridades libran una ofensiva con apoyo extranjero para tratar de expulsar al EI de los territorios que controla.

El Secretario General demandó la rendición de cuentas ante la justicia de los responsables del ataque suicida, el más letal en lo que va de 2016 desde enero.Por su parte, el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Mogens Lykketoft, calificó de horrible el atentado del EI, en una declaración separada.

Lykketoft lamentó el asesinato de muchos niños y se sumó a las condolencias a los familiares de los fallecidos."Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus seres queridos.

Ante el terror, respaldamos con firmeza al pueblo y al gobierno de Irak", señaló.Expertos consideraron el atroz acto de terrorismo una respuesta del EI tras la pérdida de su bastión, la ciudad de Fallujah, por las operaciones del ejército.