Sigue el cachumbambé con el director del Cuba
especiales
No tengo mucho que objetar a sus nominaciones: hoy por hoy son de los mejores directores en activo de la pelota cubana; más bien lo que no me gusta es el método, sobre todo ahora que viene la participación del equipo cubano en la Liga Can-Am.
Vayamos por partes. En primer lugar, fue la propia Dirección cubana la que dijo que VM32 sería el director técnico en todo este cuatrienio, hasta el Clásico Mundial del próximo año.
La misma Dirección empezó a dar marcha atrás luego de cambiar de mando, al nombrar a Machado al frente del conjunto que acudió a los Juegos Panamericanos de Toronto-2015. Antes Alfonso Urquiola había dirigido un tope ante Estados Unidos, pero ese es un premio menor.
A finales del mismo 2015, Mesa encabezó el cuerpo de dirección en el Premier 12, y lo retomó para el tope con los Tampa Bay Rays en marzo pasado.
Ninguno de los dos ha convencido a la afición, aunque Machado es un sempiterno ganador en torneos domésticos, y Víctor se coronó en los Centroamericanos de Veracruz-2014.
Vistas las cosas, en teoría no hay por qué polemizar, pero a mí lo que me preocupa es que no hay una línea definida en este sentido, y parece todo una decisión de última hora, o un juego de quedar bien con los dos.
Las mismas autoridades del béisbol cubano dijeron en su momento que la participación en la Can-Am serviría como modelaje para el venidero Clásico. Entonces me pregunto, ¿por qué no es el director del Clásico el que va a la Can-Am, para ir viendo a sus hombres, probar variantes y establecer un método de trabajo? ¿O es que también se echará atrás la designación de Víctor como DT en el Clásico? Algo no es congruente en este sentido.
Me imagino que la actual dirigencia beisbolera esté desesperada porque pase ese torneo para que no le sigan recordando lo que planteó cuatro años atrás, pero ese no es el fin de la historia, se trata de establecer una metodología seria.
Personalmente, yo soy del criterio de nombrar a un director por cuatro años (llámese Roger, Víctor o Romualdo), pero su labor debería ser exclusivamente con la selección nacional, y no dirigiría en Series Nacionales. El campeón nacional debe ser incluido en el cuerpo técnico para los eventos internacionales mientras disfrute de esa condición, para de esa manera mantener motivados a quienes se desgastan durante más de 100 juegos, año por año, y aspirar a quedar al frente en un próximo cuatrienio. Pero esto debe quedar EN BLANCO Y NEGRO y hacerse cumplir, para que luego “alguien” no pretenda marginar a quien mejor lo hizo durante la temporada doméstica. Así saldríamos de este cachumbambé que ya marea.
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