Hizo un contraste entre ese hecho y la declaratoria que antes había realizado contra Venezuela por valorarla como un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Bajo ese pretexto el mandatario estadounidense llegó a emitir una orden de emergencia para su país.

Recordó que al mismo tiempo de planear su traslado a La Habana extendían el decreto tachando a Venezuela de “peligro nacional”.

Junto a ello le aplicaron otras sanciones violadoras de todo derecho internacional.

Correa prosiguió diciendo que en buena hora visitó a Cuba si mejoran sus relaciones, aunque, puntualizó, falta que levanten el bloqueo y cierren su cárcel en la base naval de Guantánamo.

La agencia noticiosa francesa AFP, comentó que durante la estancia de Obama en Cuba (entre los días el 20 y 22 del presente mes) abogó por dejar atrás “todo vestigio de la Guerra Fría”.

También manifestó que el “embargo” de Washington contra la nación caribeña es una carga obsoleta sobre su pueblo.

En otro momento de la conferencia de prensa el presidente Rafael Correa llamó a prestar atención a lo siguiente:

“Fíjese, la lógica de los anglosajones… (Obama) Propone eliminar el embargo no porque es ilegal, no porque rompe todo derecho internacional”.

“No porque atenta contra los derechos humanos de los cubanos, no. Es porque no funcionaba, o sea, si hubiera funcionado continuaría el embargo”.

El mandatario ecuatoriano siguió diciendo que, a principios de marzo, Obama renovó la declaración de emergencia nacional contra Venezuela y sancionó a siete funcionarios de Caracas.

¿Pretexto? Que Nicolás Maduro continúa violando derechos humanos y persiguiendo a dirigentes opositores.

He ahí lo acontecido, Washington se auto arroga la potestad de juzgar la situación interna de otros países e incluso, de enjuiciar y castigar a funcionarios de estos.

No es posible olvidar que, horas antes de la llegada de Obama y su séquito a La Habana, Cuba recibió con todos los honores al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Un mensaje muy claro, al margen de sonrisas y palabras almibaradas, este archipiélago caribeño sabe muy bien dónde están sus verdaderos amigos y enemigos.

En caso de dudas, ahí está la historia, que resulta imposible de olvidar.