La universidad cubana entra a septiembre con buen paso
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El ministro de Educación Superior (MES) y miembro del Buró Político, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, confiesa que, aunque han pasado unas tres décadas, nunca ha podido olvidar su primer día de clases en la Universidad Central de Las Villas, Martha Abreu, donde matriculó Ingeniería Electrónica.
"Me recibieron como parte de los alumnos que entraron ese año, y a todos nos llevaron al teatro de la universidad -que es además un teatro histórico, donde el Che rehusó ponerse la toga cuando lo fueron a investir como doctor Honoris Causa-. Me explicaron el funcionamiento de la institución, lo que esperaban de nosotros, y todo fue de una manera muy organizada y coherente.
"Por lo tanto, la primera impresión era que uno estaba entrando a una institución de respeto, que era exigente, y donde había detalles, cultura, y uno se sentía en un ambiente que te inspiraba mucho en materia de compromiso. Eso es lo mismo que tenemos que lograr en el acto de graduación, en lo que cotidianamente se hace en el aula en función de una clase de calidad, en la comunicación profesor–estudiante, y en todo lo que en general planificamos dentro de la vida universitaria.
"Esas son las cosas en las que he insistido con mis compañeros, porque nosotros debemos trabajar con detalle muchas de las cosas de la Educación Superior, que tienen que ser inolvidables para quien transita por ella.
"Yo creo que es una falta de cultura, de exigencia y de compromiso, que en algún lugar no hagamos las cosas bien hechas, que no tengan la belleza que necesitan para perdurar en el recuerdo".
Este cinco de septiembre será, sin dudas, un día que se inscribirá en la memoria de los cerca de 27 mil jóvenes que hoy ingresan por primera vez a los centros de altos estudios adscriptos al MES, conformando una matrícula total de unos 180 mil estudiantes.
Encontrarán claustros comprometidos y bien preparados, en los cuales radica una de las fortalezas de la Educación Superior cubana, a la cual distingue, afirma el ministro, "una tradición pedagógica, formativa, investigativa, y que no es segunda de nadie en el mundo. Nuestras universidades compiten con las de cualquier lugar del mundo, independientemente de las desventajas que podamos tener desde el punto de vista de recursos y de infraestructura."
Los jóvenes que este lunes estrenan asiento en la enseñanza superior, lo hacen en universidades que tienen como principal reto, al decir de Díaz-Canel en conferencia de prensa, lograr aún un mayor impacto en la sociedad a partir de las respuestas a sus demandas.
Este será un curso de consolidación de lo que ya se venía haciendo en la Educación Superior, y "todo lo que hagamos tiene que estar subordinado a la calidad, la racionalidad, la eficiencia, la integralidad, la pertinencia y la sostenibilidad", subrayó el ministro.
A la vez, a partir de este septiembre se incluirán nuevas propuestas referidas al perfeccionamiento del trabajo institucional con miras a hacerlo más coherente y multidisciplinario. En ese sentido, se prevé que trabajadores, profesores y estudiantes tengan más participación en la toma de decisiones, alcanzar mejores resultados en la preparación de los alumnos, y también insistir en el rescate del debate sobre la problemática académica, "sin vestigios de promocionismo, sino para lograr una mayor eficiencia", aclaró el titular, quien a renglón seguido precisó: "hablamos de llevar adecuadamente el cumplimiento de deberes y derechos sin paternalismos ni tutelaje".
Además de la fortaleza que encarna el claustro universitario, en el que más del cincuenta por ciento poseen el grado científico de doctor o máster, la Educación Superior cubana asume este nuevo calendario docente con importantes motivaciones. Además del papel que corresponde a los centros de altos estudios en la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el VI Congreso, el venidero año se cumplirán cinco décadas de la Reforma Universitaria, que marcó la transformación de la universidad pequeño burguesa a la que necesitaba la república naciente.
La nueva hornada que ahora entra al curso regular diurno obtuvo mejores resultados en los Exámenes de Ingreso, que quienes les antecedieron el pasado septiembre. Ello, además de permitir que se ocupara un mayor número de las plazas ofrecidas, será garantía de un tránsito más eficiente y exitoso por la carrera.
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