Trump: ¿”Idiotiza” al electorado estadounidense?

Ese criterio fue producto del diálogo que sostuvo con el destacado historiador nacional Fritz Stern.

Este último afirmó que su posible candidatura a la presidencia “es muestra de cómo ha aumentado la estupidez entre los estadounidenses.”

Además resulta el mejor ejemplo “de la idiotización del país cuando espanta el papel del dinero en las elecciones”.

Stern agregó que es un tipo completamente amoral, “fanfarronea con dinero e ignorancia", dijo Stern a la agencia en Nueva York.

"Que alguien como Trump, un don nadie con dinero y una desmedida ambición y falta de respeto, no solo se ofrezca, sino que muchas personas lo acepten como candidato es sencillamente incomprensible", aseguró.

Stern considera que el actual presidente Barack Obama ha realizado una gran labor, entre otras cosas, al haber introducido el seguro médico básico para todos.

"Pero, subrayó, la actual situación es tan grave, tan destructiva, tan disfuncional que uno sólo se puede preocupar y mucho", añadió el historiador.

Durante la entrevista con DPA afirmó rotundo no creer que finalmente llegue a la Casa Blanca.

¿Por qué el ascenso de Trump? Un significativo ingrediente del hecho, consideran expertos, radica en la desaprobación de muchos estadounidenses a su política tradicional y sus principales voceros.

En tal circunstancia, el multimillonario se ha jactado, y sus hombres lo venden como una figura ajena “al círculo de Washington”.

Conectado a ese guión, a cinco días de las elecciones primarias que nominarán candidatos presidenciales, volvió a sorprender con una de sus jugarretas.

¿Qué hizo ahora? Proclamó que boicoteará el debate republicano de esta semana.

La prensa dijo que sucede cuando la atención se encuentra concentrada en el pequeño y rural estado de Iowa, lugar donde el lunes arrancan oficialmente las primarias.

En estas se miden 12 aspirantes republicanos y tres demócratas en busca de la investidura presidencial de sus partidos con miras a los comicios generales de noviembre.

Un sondeo de la CNN arrojó como resultado que Trump es el favorito de los primeros con un  41 por ciento de las intenciones de voto a nivel nacional.

Va a continuación el senador de Texas, igualmente ultraderechista, Ted Cruz, de origen cubano, con 19 por ciento.

El magnate inmobiliario y el senador debían enfrentarse este jueves en Des Moines, capital del estado,  debate organizado por la cadena Fox News.

Trump, inesperadamente, anunció el martes la suspensión del choque verbal y fustigó a su periodista Megyn Kelly, a quien acusa de injusta y exige la retiren del encuentro.

“El señor Trump conoce un mal negocio cuando lo ve”, indicó el martes en un comunicado el equipo de campaña del millonario, quien se jacta de sus dotes de negociador y empresario.

Fox News reaccionó airadamente, defendió a Kelly y condenó la “terrorización” de la que la cadena y la periodista habrían sido objeto.

Pero el desafío de Trump no se detuvo, advirtió que llevará a cabo un “evento especial” el jueves a la misma hora del debate y en la misma ciudad, en beneficio de veteranos de guerra heridos.

Estarían en la escena siete aspirantes presidenciales, entre ellos el senador de origen cubano Marco Rubio, Ben Carson y Jeb Bush.

Según el sitio RealClearPolitics, Ted Cruz se encuentra a cinco puntos por debajo de Trump en las intenciones de voto para la primaria del lunes.

Al valorar el ascenso de alguien que no ha ocupado cargos públicos, observadores que siguen el proceso electoral opinaron que, si gana Iowa, en la siguiente primaria de New Hampshire podría llegar a ser “imparable”.

Pero, anécdotas aparte, el actual proceso electoral en Estados Unidos consolida un hecho que no puede pasar inadvertido.

La fragilidad que muestra entre su propia gente la autoridad de su política tradicional y como parte inseparable de esta el prestigio de sus actores.