Piden otro Meñique a Ernesto Padrón
especiales
A la comercialización se unen otros aspectos esenciales, al decir de su máximo artífice: “conocer por Jorge Antonio Gómez, el presidente de la Villa del Cine, que Meñique ha sido la coproducción venezolana más taquillera; saber además que fue un éxito comercial en Serbia y que recientemente se vendió en Perú, Ecuador y Bolivia, es el premio mayor para todos los que participamos en este hermoso proyecto; por haber logrado esa comunicación con los públicos infantiles de diferentes países y haber conseguido, en consecuencia, una exitosa comercialización”.
Invitado a formar parte del jurado del Festival Latinoamericano y Caribeño FILMAR 2015 -se celebra todos los años en Isla Margarita, Venezuela- de del 15 al 21 de octubre, integró el equipo de jueces en obras de animación junto a Celenia Arriaza, directora de Colombeia TV, Canal Educativo de Venezuela, y Eduardo Gondell, director de cine de animación argentino; quien es además actor, director de arte y especialista en captura de movimientos (colaboró con el filme Metegol).
Compitieron ocho cortometrajes: dos argentinos (Desde el papel y El Padre); dos de Venezuela (El columpio y No jile); dos de Brasil (Guida y Tatuapé Mahal Tower); uno de Bolivia (Historias contaminadas); y uno de Uruguay (Soberano papeleo). De Cuba no se envió ninguna obra. El premio fue para Guida, una excelente propuesta de animación 2D; y se otorgaron menciones a El padre (stop motion) y a Historias contaminadas (2D).
Ernesto cuenta que “parte de las actividades colaterales del festival son el Concurso infantil Mis Primeros Piescesitos, y El Filmarcito, proyecciones de películas en comunidades de la isla.
En el certamen participan cortometrajes realizados por los niños, en video, provenientes de diferentes parroquias y escuelas de Venezuela. El público infantil es quien otorga los premios por votación a mano alzada al finalizar las proyecciones.”
Para El Filmarcito fue escogido Meñique. Ernesto dice “Se proyectó, empleando pantallas inflables, de noche, en dos comunidades de la isla; así como dos veces en el teatro de la Escuela Víctor Cerdeño, ubicada en Pampatar. Yo pude participar, junto a Gondell, en la proyección en la comunidad Los Olivo”, y junto a Celenia en una en la escuela; porque en las otras dos oportunidades nos coincidió con la proyección en los cines de las obras en competencia.”
El director de la cinta agregó que “En todas las ocasiones, animaron las exhibiciones del filme el muñecón del gigante empleado en el estreno en Caracas (ya un poco deteriorado), y un niño y una muchacha, de la propia isla, que actuaron disfrazados como la ladrona y Meñique. Algunos niños pequeños se ponían a llorar al ver al gigante e invocaban a sus mamás. Y eso que al salir se le cayó para atrás la cabeza al muñecón y parecía que estaba mirando la noche estrellada.”
Finalmente, el también padre de Yeyín agregó “Estos encuentros de Meñique con los niños de estas comunidades fueron extraordinariamente emotivos. Son niños hijos de pescadores y obreros, los cuales establecieron una conexión muy linda con nuestra película. La proyección en Los Olivos se produjo a las siete de la noche; porque al ser al aire libre, como es lógico, se necesita la oscuridad. Pero no obstante, algunos niños ya estaban sentaditos y vestidos con sus mejores galas desde las cinco de la tarde, cuando inflaron la pantalla e hicieron las pruebas de imagen y sonido. Y al finalizar la proyección nos premiaron con una salva de aplausos y luego, entre el desfile de felicitaciones individuales, una niña se me acercó y me dijo “Haga otra”. ¡Qué más pedir!”
Añadir nuevo comentario