Siria: Haciendo justicia
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Por mucho que Occidente y sus aliados traten ahora de desatenderse del apoyo directo e indirecto al Estado Islámico (EI), los hechos demuestran que el “mea culpa” implícito de algunos entes que ayudaron a crearlo, no los pueden exculpar de tantos crímenes y destrucción cometidos por los terroristas más publicitados y peligrosos de los últimos tiempos, en tanto que ahora hablan de mantener su ayuda a una oposición “moderada”, que también es terrorista.
La intervención de la aviación y la armada de Rusia, en coordinación con el ejército sirio, han constreñido al EI a zonas fronterizas inmediatas a Turquía y a algunas regiones donde el gobierno de Iraq ha tomado nuevos bríos para combatirlo.
El odio al gobierno legítimo de Bashar al Assad ayudó a obnubilizar la mente de enemigos de toda laya, que ahora comprenden que la intervención legal rusa, a petición de Damasco, pone al descubierto una falsa operación montada por Estados Unidos con el supuesto fin de que Arabia Saudita y sus aliados del Golfo combatieran a un EI que, al cabo de un año, ya había ampliado su “califato” de 90 000 a 300 000 kilómetros cuadrados de los agredidos territorios de Siria e Iraq.
La acción protagonizada por Moscú ha hecho que muchos gobiernos que propugnaban la caída de Al Assad y ayudaban con armas y municiones y financieramente a los terroristas estén ahora actuando como si fueran enemigos de lo que han llegado a apoyar con todos los medios posibles.
Así, causa “sorpresa” que la policía turca desmantelara un campo de entrenamiento del Estado Islámico dentro de su territorio, que sirvió para suministrar alimentos, atender a los heridos y facilitar la entrada al territorio sirio de los mercenarios reclutados por el EI.
No menos contradictorio ha sido Estados Unidos, que luego de negarse a apoyar la decisión rusa y suministrar 50 toneladas de armas a unos opositores “moderados”, 24 horas después de admitir la inoperancia de estos, deja ”cielos abiertos” sobre Siria y sin interferencia a aviones de Moscú que han estado destruyendo la amplia y fuerte infraestructura de los terroristas.
Nada creíble
“Es sorprendente que la cantidad de noticias que ocurren en el mundo todos los días siempre quepan exactamente en el periódico”, decía el cómico estadounidense. Jerry Seinfeld, burlándose de la poca información de la prensa de su país de lo que estaba pasando realmente en nuestro planeta.
Tergiversada y malintencionada, agregaríamos, cuando el periódico español El Mundo y la inglesa BBC se apresuraron a publicar sendos comentarios “objetivos” acerca de los “errores” que Arabia Saudita y Turquía cometieron “ingenuamente” al apoyar al EI, debido al odio ciego que sienten por el gobierno sirio.
Nada creíble, cuando ambos regímenes están dedicados respectivamente a aniquilar al empobrecido pueblo yemenita y a los kurdos que junto al ejército sirio y los patriotas libaneses de Hizbollah han hecho una resistencia consecuente a los planes imperialistas para dejar el control de la zona a su principal aliado allí, Israel.
Todo responde al modo de obrar de Estados Unidos, especialista en desinformación, tal como mintió sobre los hechos del 11 de septiembre del 2001 para invadir Afganistán e Iraq, y luego dejar en el caos a Libia y provocar el golpe de Estado en Honduras, como ha estado haciendo constantemente en Venezuela, para citar unos pocos ejemplos.
Y es que la inteligencia norteamericana es especialista en la creación de fantasmas y de mentiras, y dan fe de ello la historia de las invasiones y ocupaciones en el mundo entero, como el dejar las manos libres a un terrorismo que se ha cebado especialmente contra el pueblo de Siria, donde, en estos momentos, con la acertada decisión de Rusia de golpear directamente al Estado Islámico, se está haciendo justicia.
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