Crecen críticas a la posición común de la UE hacia Cuba

Europa tiene por delante esa tarea pendiente, aseguró el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero al inaugurar el encuentro Diálogo sobre Cuba: el papel de la UE y España, organizado por el Instituto para la diplomacia cultural, que preside.

En el proceso de reencuentro entre Cuba y Estados Unidos, la UE debe intensificar su acción política y diplomática, precisó Rodríguez Zapatero, quien afirma trabajó en su momento contra esa política europea.

Asimismo, el exministro español de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos consideró que Europa debe poner punto final a la posición común, iniciativa aprobada en 1996 por iniciativa del entonces presidente del gobierno español José María Aznar.

No tiene sentido de existir, corresponde a una figura antigua, una terminología obsoleta y no representa nada. Es urgente. Nada impide poner fin a la posición común de inmediato, apuntó Moratinos.

Al intervenir en el encuentro que reúne a más de 30 políticos y académicos, Moratinos se mostró convencido de que esa posición terminará en los próximos meses.

Es un símbolo, es el final de una etapa en la que ni siquiera los europeos estábamos todos de acuerdo y su fin permitirá desarrollar la colaboración con Cuba y Estados Unidos, subrayó.

Aunque afirmó no compartir el criterio de un fin inminente de la política hacia Cuba aprobada por la UE, la excomisaria de Política Europea de Vecindad y exministra austriaca de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero, coincidió en criticar su permanencia.

La posición común adoptada en 1996 es una vergüenza, afirmó Ferrero, quien también considera se trata de un enfoque obsoleto cuando unos 20 estados miembros de la UE ya tienen acuerdos o memorandos de entendimiento con Cuba.

Es un punto importante pero a diferencia de Moratinos pienso que será un proceso más dilatado, subrayó.

Coincidentemente, el embajador cubano en España, Eugenio Martínez, defendió la vigencia de los principios argumentados en 2008 al reiniciar el diálogo político y la cooperación entre la UE y Cuba sobre bases recíprocas, con carácter incondicional y no discriminatorio.

Los principios acordados en 2008 mantienen plena vigencia y deben seguir siendo el referente de las relaciones entre la UE y nuestro país, subrayó el diplomático cubano.