El Miami de verdad
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Diario las Américas publicó este lunes un artículo al que denominó: “Miami, una ciudad entre luces y sombras”.
Comenzó diciendo que, pese a la abundancia económica de algunos sectores, allí existe una de las desigualdades “más alarmantes del país”.
Lo demuestra situando, de un lado, a sus crecientes millonarios y del otro a su población, una de las menos favorecidas de Estados Unidos.
Un periodista de Diario las Américas, Jesús Hernández, afirmó que ello salta a la vista cuando se cruzan las grandes edificaciones y se camina por el traspatio del centro urbano.
El empresario español Roberto Santiago, interpretó así lo sucedido:
“Miami ha escalado vertiginosamente en los últimos años, hasta situarse entre los primeros puestos del mundo con mayores fortunas”.
Santiago representa a la firma de construcciones que lleva su apellido, dispuesta a levantar para aquella ciudad uno de sus rascacielos más atractivos.
Casi al mismo tiempo, la empresa consultora Knight Frank, surgida en Londres a fines del siglo XIX, reiteró que Miami ocupa el puesto seis entre las ciudades del mundo con mayor volumen individual de riquezas.
Acumulan miles de millones de dólares, casi todos trasladados desde otros países, gracias en primer lugar a la concentración de nuevas edificaciones de lujo.
El inversor español Roberto Santiago, dice que esa urbe se propone un avance a corto plazo no visto por él en otras localidades.
Pero, colocó entre signos de interrogación, si se trata de un crecimiento sostenible que beneficie a toda la población o solo a unos cuantos, pregunta aún no respondida.
Santiago también se refirió a la necesidad de iniciar un plan gubernamental que ayude a contrarrestar la desigualdad económica “que no para de aumentar”.
Algunos recordaron que el territorio de Miami acoge la tercera parte de los rascacielos existentes en Estados Unidos, solo antecedido por Nueva York y Chicago.
“Los días de la quiebra de la ciudad han quedado atrás” proclamó su alcalde, Tomás Regalado.
“Pero eso no es suficiente”, hace falta algo más que el mejoramiento de los parques, el aumento de policías o incluso la construcción de un par de edificaciones para personas de bajos ingresos”, sentenció Roberto Santiago.
Basta mirar a las barriadas de Liberty City, Allapattah y la Pequeña Habana, para saber que hay miles de personas que tratan de sobrevivir.
Así como seres humanos que están en condiciones de pobreza, más decenas de indigentes que deambulan por las calles, afirmó Diario las Américas.
Uno de los líderes del movimiento protector de las personas sin seguro de salud es el médico Pedro “Joe” Greer, quien declaró esta semana:
“Miami no es precisamente la gran puerta de Las Américas. Tiene problemas económicos similares a Latinoamérica”, sentenció.
Corrado Gini es el experto italiano en estadísticas creador de la medida de vida en armonía con los ingresos y los gastos.
Le recordaron ahora para decir que, acorde a su lógica, Miami es la tercera ciudad con peor calificación en Estados Unidos después de Atlanta y New Orleáns.
Incluso, añade el artículo del Diario las Américas, que firma Jesús Hernández, “inferior a ciertas urbes como Buenos Aires y Río de Janeiro.”
Pronto empezarán a levantar un complejo comercial y residencial, el Miami World Center, valorado en más de mil millones de dólares, en la periferia de Liberty City.
No obstante, resaltó la activista comunitaria, Sandra Robenson, en ese territorio “el desempleo juvenil supera el 20 por ciento y las necesidades sobrepasan los índices del resto de la ciudad”.
Acorde al informe del Departamento de Oportunidades Económicas de Florida, en agosto la tasa de desempleo en Miami-Dade llegó al 6,3 por ciento.
Pero datos suministrados por la organización Miami Matters, que valora la salud y otros pormenores en ese municipio, anuncian que el 19, 9 por ciento de su población “vive por debajo del límite de pobreza”.
La cifra, dijeron observadores, ha aumentado peligrosamente tres puntos porcentuales en los últimos seis años, desde que registró 16, 9 por ciento en 2009.
Esa misma estadística sitúa a los hispanos en un 19, 6 por ciento, los anglos en el 11, 2, y los afroamericanos en el 30.
Aún más sarcástico todo lo dicho cuando una empresa consultora acaba de propalar que Miami ocupa el puesto seis entre las ciudades del mundo con mayor volumen individual de riquezas.
He ahí la distancia que media entre esa urbe como imagen publicitaria y la de verdad.
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