Atentado terrorista en Bangkok

Unos 19 fallecidos y cerca de 123 heridos es el saldo de la explosión de una bomba en un santuario en el centro de Bangkok, capital tailandesa.

Un intenso fogonazo captado por cámaras de vigilancia y un estruendo que retumbó varias cuadras; así quedó recogido el estallido de la bomba en la intersección de Rachaprasong, muy transitada y rodeada de hoteles y centros comerciales de lujo.

La explosión se produjo durante la hora de mayor circulación vespertina, en medio de gran concurrencia de turistas, fieles, oficinistas y compradores.

«De pronto se produjo un gran estallido y el cuarto se sacudió, como si alguien hubiese lanzado una bola de demolición sobre el techo», afirmó Pim Niyoman, un instructor de inglés que trabajaba en el octavo piso del edificio junto al santuario de Erawan.

«Todo el edificio se movió. Mis cuatro estudiantes estaban histéricos», aseguró.

Un video tomado después de la explosión muestra una escena de desesperación: numerosas personas corriendo despavoridas y otras llorando entre los escombros. Un trabajador de emergencia en una ambulancia trataba de reanimar a un paciente golpeándole rítmicamente el pecho.

Nadie se atribuyó de momento el ataque. «Quienes colocaron esta bomba son crueles», aseguró Somyot Poompummuang, jefe de la Policía Nacional.

«Se proponen matar porque todos saben que a las 7:00 p.m. el santuario está repleto de tailandeses y extranjeros. Colocar la bomba allí significa que quieren ver muchos muertos», dijo el jefe policial. El centro de rescates de emergencia de Narinthorn confirmó 19 muertos, entre ellos chinos y un filipino, y 123 heridos, dijo Somyot.

Como ataque individual no tiene parangón en la historia reciente de Tailandia, aunque el país asiático no ha sido ajeno a la violencia en la intersección de Rachaprasong.