Tributo a Frank País y a los Mártires de la Revolución

A nombre del pueblo cubano, Parmenia Suárez y Francis Velásquez, combatientes de la lucha clandestina y el Ejército Rebelde, colocaron flores en el Callejón del Muro, lugar donde el 30 de julio de 1957 cayeron asesinados Frank País García y Raúl Pujol Arencibia.

Bien temprano, en ese sitio del centro histórico de la urbe santiaguera se dieron cita combatientes de la clandestinidad, trabajadores, jóvenes y una representación de las organizaciones políticas y de masas, acompañados de los vecinos, desde verjas y ventanas.

Igual tributo aconteció en el parque la Placita de los Mártires, escenario de luchas y reuniones de heroicos muchachos,  y donde entregaron el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas a 20 estudiantes y trabajadores.

Luis  Zamora, alumno del quinto año de Optometría y Óptica, declaró a la AIN el orgullo de seguir las ideas de los que este día fueron asesinados por defender la Patria.

Manuel Mateo, quien luchó bajo las órdenes de Frank, destacó la personalidad  del joven ultimado con apenas 23 años y que con  inteligencia y sus dotes de líder se convirtió en el organizador de las milicias del Movimiento 26 de Julio contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Bajo su responsabilidad como jefe de Acción y Sabotaje de la organización, dirigió la retaguardia estratégica del Ejército Rebelde, al tiempo que suministraba hombres, medicamentos y armas a las tropas en las montañas de la Sierra Maestra.

Antes, en la casa-museo donde nació y vivió el destacado combatiente, se hizo el pase de lista de quienes ofrendaron su vida por la Patria; y en centros productivos y de servicios que llevan el nombre de mártires de la Revolución Cubana, desarrollaron matutinos especiales.

Hoy, en horas de la tarde, se realizará la tradicional peregrinación desde el centro de la ciudad hasta el cementerio Santa Ifigenia, donde la población rememora cada año el sepelio de Frank País y rinde tributo de recordación a todos los caídos en la última etapa de las luchas revolucionarias.

Al concluir se depositan ofrendas florales en las tumbas donde descansan los restos de los mártires, las cuales están permanentemente custodiadas por la Enseña Nacional y la bandera rojinegra del 26 de Julio.