Emocionado por el «privilegio» de ser el primer cubano en ganar el premio Princesa de Asturias de las Letras, Leonardo Padura se impone el «reto» de seguir trabajando para lograr la mejor novela posible y con los pies pegados a la realidad cubana, de la que, dice, «no te puedes escapar nunca».

«Es una realidad que abre la puerta, entra en tu casa y se acuesta en tu cama», dijo este miércoles Padura en entrevista con Efe en su casa del habanero barrio de Mantilla, en medio de un sinfín de llamadas de felicitación por un galardón que asume «con enorme orgullo».

Con una prolífica obra como narrador, ensayista, periodista y guionista que le ha convertido en retratista de la Cuba contemporánea, Padura agradece que ese premio haya reconocido «el diálogo constante» que siempre ha tratado de establecer con la realidad y preocupaciones cubanas, así como su inquietud por el tema de la búsqueda de la libertad, muy presente en sus novelas.

El autor de El hombre que amaba a los perros quiere no obstante que se le valore como escritor y por sus méritos literarios sin poner en primer plano la política.

«Me gustaría que no hubiera, porque en mi literatura no la hay, lecturas políticas directas de la realidad cubana. Yo trato de hacer ese diálogo con la sociedad cubana. Que haya lecturas políticas posibles, por supuesto, eso está en el texto para que el lector lo haga, pero no de una manera evidente. Muchas veces se preferencia lo político sobre lo literario», reflexionó.

Sobre los retos que le impone este premio, Padura señala que son los mismos que ha tenido siempre: «Tratar en cada momento de escribir el mejor libro que sea capaz de escribir, con la mayor seriedad, intensidad y dedicación».

Y también trabajando mucho, una de sus constantes, ya que «lo más importante del trabajo del escritor es precisamente su trabajo. La seguridad económica y las condiciones materiales ayudan, pero nada te ayuda a luchar con las palabras. Ése es un duelo que tienes que seguir haciendo con toda responsabilidad, con toda seriedad y en soledad».

Para Padura, la tarea literaria está además llena «de dudas», lo que como autor le obliga a revisarse «una y otra vez»: «Como no creo ser un escritor superdotado, ni mucho menos, la única solución que tengo para poder satisfacer esas dudas es trabajar».

El premio Princesa de Asturias ha hecho a Padura rememorar su primera visita a España, precisamente a esa comunidad autónoma donde asistió como periodista a la I Semana Negra de Gijón en 1998, un viaje donde germinó el cambio que le conduciría a escribir la primera novela de su serie policiaca de Mario Conde, su personaje literario más conocido.

Un Mario Conde, que según Padura, está «supercontento» con el premio que se le ha otorgado hoy.

«Mario Conde está de fiesta. Si yo fuera Mario Conde, a estas alturas, para resistir todas estas entrevistas que he hecho hoy, ya me hubiera tenido que tomar una botella de aguardiente», bromeó el autor.

El considerado como su «alter ego» literario tiene más motivos para celebrar porque «está tomando forma física» con el rodaje que ya ha comenzado en Cuba de una serie televisiva de cuatro filmes basados en sus primeras novelas de Mario Conde, que será interpretado por el actor cubano Jorge Perugorría.

Se trata de una producción española, de Tornasol Films, dirigida por el realizador Félix Viscarret.

Leonardo Padura (La Habana, 1955) fue galardonado hoy con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 al que optaban veintisiete candidaturas procedentes de diecisiete países.

Considerado como el escritor cubano de mayor proyección internacional y con nacionalidad española desde 2011, Padura se impuso en las votaciones finales del jurado al novelista japonés Haruki Murakami y al poeta sirio Adonis.