Dos partidos de reciente creación que han alterado el panorama de la política en España probaban su impacto entre los votantes el domingo en las elecciones parlamentarias en Andalucía, una región afectada severamente por el desempleo. El partido izquierdista Podemos tiene vínculos con la organización griega Syriza, que se opone a las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea, y espera repetir la historia que los llevó al poder.

Las encuestas de opinión indican que Podemos podría quedar en tercer sitio mientras que otro partido nuevo, Ciudadanos, una organización de centro, podría quedar en cuarto. Ciudadanos trata de demostrar que puede tener éxito afuera de su base en Cataluña para convertirse en una potencia a nivel nacional.

Las encuestas señalan que las dos mayores organizaciones políticas de España, los socialistas y el conservador Partido Popular ganarán la mayoría de los 109 escaños que hay en el parlamento andaluz.

Los socialistas han gobernado Andalucía sin interrupción desde 1982 pero podrían necesitar de apoyo para formar gobierno de coalición de uno de los dos nuevos partidos.

Ambos partidos nuevos culpan a las organizaciones tradicionales por el desempleo que agobia a Andalucía, de 34,2%, la mayor tasa en España.

Los resultados serán un indicador de qué tan profunda es la desilusión de los 6,5 millones de votantes andaluces con los partidos tradicionales.

Dos antiguos líderes del partido socialista están bajo investigación por los presuntos manejos irregulares en un fondo de ayudas para desempleados que benefició en forma ilegítima a políticos, dirigentes sindicales y hasta algunos de sus familiares y amigos.

El Partido Popular, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también ha estado involucrado en escándalos luego que se descubriera que su extesorero, Luis Bárcenas, desvió millones de euros hacia cuentas secretas a su nombre en Suiza.

Pese a todo, los andaluces tienen gran aprecio por el expresidente socialista Felipe González, quien nació en Sevilla, capital andaluza y gobernó en cuatro periodos de 1982 a 1996.

Una de las razones por las que líderes políticos y analistas siguen de cerca los resultados de estos comicios es que habrá otras elecciones regionales en España en mayo y antes de que termine 2015 habrá elecciones generales.