Protestan en Nueva York contra el controvertido método para extraer gas natural
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Centenares de personas exigieron hoy a los legisladores estatales de Nueva York que prohíban la técnica de extracción de hidrocarburos conocida como «fracturación hidráulica» o fracking, por el peligro que representa para la salud y el medio ambiente.
Los manifestantes, convocados por varios grupos ecologistas, se concentraron frente a la sede del Capitolio en Albany, la capital del estado, y se reunieron con varios legisladores para expresarles su preocupación por una técnica que consideran muy contaminante.
«Nueva York debe prohibir el fracking porque supone una seria amenaza para la salud, el medio ambiente y a largo plazo también la economía del estado», indicó a Efe John Armstrong, portavoz de la coalición Frack Action.
Los ecologistas buscan que el estado vete el uso de esta técnica, que consiste en inyectar agua, arena y productos químicos para romper vetas y facilitar la extracción de gas o petróleo, mientras que los residuos tóxicos se almacenan en el subsuelo.
Armstrong dijo a Efe que por mucho que se regule el fracking, un método así «nunca podrá garantizar que, por ejemplo, el suministro de agua no se vea afectado por esos desechos».
Frack Action apoya una iniciativa auspiciada por dos legisladores estatales demócratas que busca enmendar la ley estatal sobre medio ambiente para prohibir la técnica y cualquier manera de depositar en el subsuelo residuos tóxicos.
Según esa propuesta legislativa, la técnica «acarrea un tremendo riesgo de contaminar el suministro de agua potable», si finalmente se da el visto bueno a dos proyectos de extracción de gas natural cerca de las localidades de Marcellus y Utica.
El fracking está en el punto de mira de la opinión pública tras el éxito del documental GasLand, que denunció cómo la técnica, además de consumir mucha agua, a veces se mezcla también con otros elementos químicos que facilitan la ruptura y disolución de la roca, aumentando así el riesgo de contaminación del ecosistema.
Parte del equipo que rodó ese documental se sumó hoy a las protestas frente al Capitolio, incluida la actriz Debra Winger y su director, Josh Fox, así como los senadores Tony Avella, Liz Krueger y Mark Grisanti, entre otros.
Las protestas se conocen el mismo día en que la petrolera Apache anunció la compra de su competidora Cordillera Energy por 2850 millones de dólares para ampliar sus yacimientos de esquistos, para cuya extracción usa el controvertido método.
Esa técnica ha centrado otros importantes acuerdos empresariales este mes como el de la petrolera Devon, que vendió a la china Sinopec una participación del 33% en cinco de sus proyectos de exploración en yacimientos de esquistos en este país por 900 millones de dólares.
El mismo día en que se conoció ese acuerdo, la petrolera francesa Total anunció la compra de una participación del 25% en los yacimientos de gas de esquistos de Utica (Ohio), propiedad de Chesapeake y EnerVest, por 700 millones de dólares.
Los ecologistas cuentan con el apoyo del fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, quien el pasado mayo interpuso una demanda contra el Gobierno de Estados Unidos por autorizar la fractura hidráulica en el río Delaware, que pasa por el estado.
Precisamente hace dos semanas las autoridades del estado de Ohio suspendieron el fracking mientras los expertos investigan su posible relación con varios pequeños terremotos registrados a comienzos de año.
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