EN CARTELERA: Rango

EN CARTELERA: Rango
Fecha de publicación: 
17 Enero 2012
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Más que graciosa, Rango es una película opresiva y desesperanzada. Todavía es difícil recuperarse del extrañamiento que provoca un filme de animación con muchas marcas de una inocente historia disneyana en su modernizada alianza con Pixar, que a la vez parece una versión dantesca del western.

Y de hecho, La divina comedia y el cine del oeste son dos referencias claves para comprender este filme. Nunca tendremos muy claro dónde termina la vida y dónde comienzan el infierno y el cielo en Rango. Los personajes de este filme -cualquiera de ellos- parecen más bien fantasmas. Y si nos queda alguna duda de esto, basta con que el protagonista cruce una carretera que divide en dos su mundo y se acerque a lo que nosotros interpretaríamos como el paraíso para que tengamos la certeza de que las escenas anteriores transcurrieron en una versión posmoderna del infierno.

La fisonomía del western viene a darle a Rango la dimensión social que necesita. Tendremos muchos elementos de su iconografía: el desierto, los duelos con pistola, los ranchos, el saloon con su cantinero y su prostituta y sus paisanos. Las escenas típicas del género. Ya a estas alturas nada de nuevo tendría el homenaje al cine del oeste si no aterrizaran en una muy creativa apropiación de la fauna y la flora del desierto americano. (Pensándolo mejor, hay ciertas anacronías zoológicas: ¿qué hace una tortuga en el desierto?)

Es este guiño: la conversión de una película de vaqueros en un drama entre alimañas, es esto lo que hace de Rango un filme apto para niños... pero nada infantil. Los adultos sabrán que situar en el presente de los Estados Unidos aquella disputa por el derecho del agua en que se sumergen todas las historias del filme. No por gusto el filme se sitúa en los inicios de la nación, y desde allí busca proyectarse al futuro.

Por este motivo, casi al final de la película, el gobernador del pueblo, un político que nunca olvida su propio bolsillo, le dice al matón de los alrededores (que trabaja para él): “Tu y el sheriff son mas parecidos de lo que crees: Nada más que leyendas. Muy pronto nadie creerá siquiera que existieron”. Anuncia con el nacimiento de un nuevo orden, el fin de las grandes causas, de los héroes, y el nacimiento del interés económico por encima de cualquier otro.

Usted, además, sustituye la palabra agua, que se repite insistentemente en el filme, por la de dinero; y tendrá un paisaje bien similar al que vive hoy el pueblo norteamericano durante la crisis económica. Queda así muy claro quienes son los héroes, quienes las víctimas, y quiénes los culpables... en la ficción como en la realidad.

La factura visual de Rango es encomiable incluso durante los créditos finales. Y la música, una fusión entre ranchera y rock, está a la altura de la misión de narradora que tiene en el filme. Rango es además una oportunidad para que su director Gore Verbinski (conocemos de él sus Piratas del Caribe y Un ratoncito duro de roer) reflexione sobre el proceso creativo de una historia cualquiera que esta sea.

Y nada nuevo habría en esto (como no existe novedad bajo el cielo del arte posmoderno), si el guión no le diera a sus arriesgadísimas definiciones de conflicto, personaje, desenlace... si no convirtiera cada uno de estos conceptos en una dimensión de lo humano que trasciende la ficción. Todos los análisis que en otras obras podrían leerse como meramente formales aquí adquieren un tinte existencial.

Una vez más la lectura es pesimista en este caso: el hombre ya sea de papel o de carne y hueso está destinado a vivir en soledad, y se desplaza por un mundo creado por sí mismo, organizado y mensurado por su propia imaginación.

Comentarios

Wuooo!!! Estoy de acuerdo con lo dicho anteriormente, me pareció una fantástica comedia, muy simpática y sus personajes bien creados, me gustó mucho.

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