Tony ya está en casa, listo para trabajar y crear

Cuba está feliz. Desde el pasado 17 de diciembre no hay un encuentro entre cubanos donde no se hable del tema: los Cinco están en casa. Y la gente no disimula la emoción, fueron muchos años, demasiados años de espera, casi envolvimos la isla en cintas amarillas hasta que al fin se cumplió la promesa del gigante: volvieron.

De qué manera entrevistar por estos días a un artista cubano, hablar de la creación, de la vida y esas cosas del alma y soportar la tentación de preguntarle, de cubano a cubano: ¿cómo te sientes con la noticia? Eso me sucedió con el destacado artista de la plástica Sándor González:

“No tengo palabras, el pueblo lo dice, lo que yo hable no va a ser más de lo que ha dicho el pueblo de Cuba. Teníamos razón, siempre la tuvimos, ahí está la prueba, ellos volvieron.

“Yo te diré que estaba fuera de La Habana, pensaba venir el miércoles y en cuanto supe la noticia dije: me voy, porque no quería estar a 180 km, por cualquier cosa, no quería estar lejos, yo tengo relaciones con Tony, hemos hablado por teléfono desde la prisión y la misma noche del 17 nos llamó a mi tío el Guille Vilar y a mí, fíjate si hice bien en venir…”

¿El mismo día de la llegada…?

Sí, imagínate mi emoción, acabadito de llegar y con tanto ánimo, con tanta fuerza, habíamos comentado ya algunos proyectos de trabajo para cuando él volviera, porque su familia y todos los cubanos siempre tuvimos la fe de que eso pasaría pronto y enseguida me llamó diciendo que contara con él, que cuándo empezamos a trabajar, con ese entusiasmo que yo mismo le dije “compadre descansa, tómate un café, después le metemos”…

¿Nos puedes comentar algunos de esos proyectos?

"A raíz de la amistad que yo tengo con Tony, sus dibujos muchas veces se fijaban aquí, a él no le dejaban tener fijadores en la prisión y hacía sus dibujos con pastel seco, eso es tiza, entonces le dije a Tony que me prestara un poco de sus obras para hacer una exposición en la galería que yo creé en Soplillar, en la Ciénaga de Zapata, porque ese batey es mágico, muy revolucionario y eso ahí va a encantar. Él me dijo que sí, que escogiéramos algunas obras, él y su familia, Maruchi, enseguida mostraron tremenda disposición y ya ves… ahora él mismo va a inaugurar su exposición…

En Soplillar precisamente recibiste la noticia ¿Cómo fue la reacción allá con la noticia?

"Tremendo, la gente gritando, una euforia inmensa y todo el mundo me venía a ver… imagínate, muy emocionante…"