A diferencia de lo sucedido durante las últimas 16 jornadas los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe comienzan a ser vistos como un capítulo cerrado en el que Cuba ratificó su liderazgo y México quedó con los deseos de desplazarle.

La ceremonia de clausura organizada este domingo en el estadio Luis “Pirata” Fuente dejó los últimos acordes de una fiesta signada por gran rivalidad y elevado nivel en buena parte de las disciplinas convocadas.

El acto inició con el de las 31 delegaciones participantes y acogió las palabras del presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del caribe, Héctor Cardona: “No nos despedimos de Veracruz, porque nos lo llevamos en nuestro corazón”, dijo.

El directivo destacó que la lid contó con una gran apertura, instalaciones y montajes de clase mundial, y la más alta participación de atletas, incluyendo récord de féminas. Subrayó además que se actualizaron 56 marcas.

“Veracruzanos, han celebrado los mejores juegos en la historia", enfatizó Cardona.

Colombia dio muestra de su cultura con los acordes de Se va el caimán, anunciando lo que pretende ofrecer a los asistentes a la edición de Barranquilla 2018.

El abuelo “Lupe” y la nieta “Aranza”, de origen totonaca, regresaron tras haber intervenido en la apertura y asumieron el apagado de la llama.

El colofón lo aportó el cantante colombiano Juanes, quien puso a cantar al público con temas como “Nada valgo sin tu amor” y "A dios le pido".