El policía que mató a Michael Brown no se arrepiente
especiales
Concedida a la cadena de televisión ABC, la entrevista es objeto de escrutinio por todos los medios de comunicación de un país traumatizado por los incidentes raciales de los últimos meses.
Allice Ollstein, de la revista Thing Progress, subraya los paralelismos entre la descripción de Brown ofrecida por Wilson y otras relativas a incidentes del pasado, en las que los policías describen a los sospechosos negros en términos "animalísticos" y "sobrenaturales", dando a entender que sus prejuicios les llevan a esbozar a retratos de gente "muy agresiva" y "menos sensible al dolor".
Wilson explicó al jurado que Brown era un hombre tremendamente fuerte, "obviamente mucho más grande que yo", "como un niño de cinco años dentro del cuerpo de Hulk Hogan". Ambos medían 1,95, pero Wilson pesaba 95 kilogramos y Brown 136.
El pasado lunes el Gran Jurado absolvió al policía, al considerar probado que el pasado 9 de agosto él se vio obligado a abrir fuego en las calles de Ferguson (Misuri) después de que Brown lo agrediera.
Después de disparar por vez primera, dijo Wilson, Brown lo miró de forma "increíblemente amenazadora.
"La única forma en la que puedo describirlo", dijo, "es que su cara parecía la de un demonio". En EEUU la ley permite utilizar su arma a los policías que crean de forma "objetiva y razonable" que su vida corre peligro.
Luego de que solicitara al joven que dejara de caminar por la calzada este respondió de forma intimidatoria. "¿Qué coño vas a hacer al respecto?", le habría preguntado. Instantes después le propinó una violenta sucesión de puñetazos.
"¿Cómo sobrevivo? No sabía si podría sobrevivir otro golpe más", ha recordado Wilson.
El jurado tiene claro que Wilson, en justa retribución, estaba obligado a defenderse. Disparó doce balas, de las cuales seis impactaron en su agresor.
Tanto la ABC como la CNN han confirmado que el agente estaría negociando su salida del servicio activo en el departamento de policía de Ferguson.
Recién casado y un historial intachable hasta aquel fatídico 9 de agosto, Wilson desea pasar página, protegerse de hipotéticas represalias y, también, aliviar la presión social y mediática de sus todavía compañeros de trabajo.
Añadir nuevo comentario