Entrevista con Víctor Mesa: “mi objetivo es clasificar, avanzar”
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Casi a punto de cerrar el primer tercio de la 51 Serie Nacional de béisbol, Matanzas se erige como el equipo sensación. Dirigido por uno de los más carismáticos peloteros que ha tenido Cuba, Víctor Mesa, no solo lidera la zona occidental, sino que ya sus peloteros y la afición comienzan a pensar en una inclusión histórica en la postemporada.
Según declaró su mánager, en lo hecho hasta ahora no hay magia, sino trabajo de un colectivo de entrenadores. En otro momento de la conversación aclaró rumores, historias y criterios sobre el cambio de rostro de una selección que ha vuelto a llenar el estadio Victoria de Girón, en la capital yumurina.
“Nosotros tuvimos una reunión muy importante con el Partido y el gobierno de la provincia, en la cual expuse varios puntos de vistas sobre lo que podíamos lograr si se cumplían aspectos esenciales como la atención al hombre, desayuno, almuerzo, comida, transporte, alojamiento, etc. Todo se cumplió por parte de las autoridades y también se mejoraron las condiciones del estadio.
“¿Qué quedaba? La parte técnico-táctica. Se veía que estaba muy mal y por eso no participamos en ningún tope. Nos dedicamos a trabajar en eso y en la parte física, dirigida por uno de los mejores preparadores, Víctor Figueroa; mientras Pedro José Rodríguez lo hizo con el bateo y José Riveira en el pitcheo. Ese colectivo viene trabajando conmigo hace muchos años.
“Entrenamos fuerte durante 13 semanas, incluso estuvimos trabajando en la playa de Varadero. Vi la calidad de jugadores que tenía y les dije, como sigo diciendo ahora, que el mejor equipo de Cuba somos nosotros. Lo que ellos todavía no se lo han creído”.
Eso quiere decir que también ha hecho énfasis en el aspecto psicológico y el pensamiento positivo.
“Ellos siempre han sido un gran equipo pero venían a divertirse, a ser lo indebido. Y por eso todos los días les hablo en el mitin, que antes lo hacían los atletas, no la dirección del equipo como tiene que ser. Y les explicamos que las equivocaciones cada vez tienen que ser menos, por ejemplo: cuadro por detrás con hombre en tercera tiene que anotar la carrera. Le estamos haciendo conciencia de que el pueblo matancero lo que quiere es victoria y victoria”.
Recientemente afirmó que clasificarán si logran 50 triunfos.
“He pensado en más, pero primero hay que gatear, luego caminar y por último correr. Nosotros nos planificamos por tercios. Gatear quiere decir ganar de16 a18 juegos en los primeros 32. Pero al ver el equipo como está y el apoyo de la afición, ellos se están dando cuenta que pueden superar eso. Si logramos entre 18 y 21 victorias en este primer tercio tenemos el 60 por ciento de la clasificación ganada porque no debemos mantener ese rendimiento todo el campeonato, dado que es muy largo y los equipos tienen un bache”.
Durante mucho tiempo primó en Matanzas el espíritu individualista. ¿Cómo se cambió eso?
“Puede ser que sobresalga alguien, pero le hemos inculcado que lo predominante es el equipo. Nosotros tenemos preparación y calidad para acabar con todos los contrarios porque el ejemplo está que le ganamos a Pinar Río, Sancti Spíritus, Cienfuegos, que son los equipos grandes que han discutido en los últimos años los primeros lugares de esta zona. Quiere decir que el equipo está para batallar, para clasificar y para un poquito más.
“Hay 7 u 8 jugadores que están para empeños mayores, como Ariel Sánchez, Guillermo Heredia, Lázaro Herrera, Jorge Alberto Martínez, Yohan Hernández, José Miguel Fernández, Yurisbel Gracial, Yadiel Hernández, sin dejar de contar a Dunier Serrano, un hombre de 33 años, pero sin errores en el campo corto”.
¿Cómo asume el compromiso con la afición matancera, seguirá Víctor Mesa el año que viene con el equipo o solo será esta serie?
“Quiero hacer un trabajo de 2 o 3 años. Puede ser que llegue a cinco o me vaya antes. Pero para seguir todo el apoyo tiene que mantenerse como hasta ahora. Lo otro es mi problema. La primera vez que dije lo de la clasificación me pusieron los ojos de este tamaño. ¿Y qué tu vas a hacer?, me preguntaban. Y les dije, no se preocupen, solo quiero que me apoyen”.
Hay quienes no simpatizan con sus métodos de dirección y trascienden historias sobre lo que sucede con los que se equivocan en algún aspecto de juego, e incluso que Víctor Mesa se ha castigado también…
“Reconozco que a veces soy muy recio con mis entrenadores y jugadores, pero para lograr resultados hay que ser demasiado exigente. Somos una familia, pero con criterios de altas presiones. No puede haber manos blandas, ni permitir cosas mal hechas porque entonces no logramos el objetivo que vinimos a buscar.
“No he corrido todavía al lado de ninguna guagua del equipo como dicen por ahí, pero si tengo que correr, lo hago con mucho gusto. Eso sí, al que se le va una bola, tiene que coger de 60 a 80 cuando termine el juego. Si no haces asistencia a primera, hay que hacer 20 cuando se acabe. Si se cae un fly hay que practicar 60. Si el mánager se equivoca, al otro día lo primero en el mitin es ese análisis. Y si alguien no lo entiende, no puede estar en el grupo porque se aprende de todo el mundo, hasta de los contrarios que le ganamos”.
Vienen enfrentamientos con Villa Clara, del que fue director hace algunos años, e Industriales, el equipo con el que todos tienen la mayor rivalidad. ¿Preparado para esos momentos?
“Emocionalmente para mi serán normales esos juegos, porque soy matancero ahora y tengo que ganarle a Villa Clara. A lo mejor un día vuelvo a ser villaclareño, pero ahora tengo que responder adonde me encuentro.
“Con Industriales, este equipo, sin estar yo, siempre le ha jugado bien y es un aspecto positivo. Me preocupa más este último porque es de mi zona y cuando jugamos con los cuatro o cinco equipos machos de aquí: Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritus e Industriales los partidos revisten más importancia. Descarto a Artemisa porque con pitcheo solo no se puede ganar en esta pelota”.
¿Ha recibido muchas muestras del pueblo matancero por este renacer de su equipo?
“Demasiadas. Se han excedido. No puedo salir a la calle porque llueven invitaciones de todos lados. Y para eso no vine a esta provincia, sino a trabajar. Esas invitaciones las aceptaré cuando termine el campeonato con un resultado cumplido”.
¿Podrá lograr con Matanzas lo que no pudo con Villa Clara: ser campeón nacional?
“Siempre me he dedicado a desarrollar talentos sin descontar los resultados. Los directores dirigen para ganar. ¡Ojalá saliera! Pero el objetivo no es ser campeón, sino avanzar todo lo que se pueda hacia adelante. Desde el primer día pensé que la provincia podía ser sede del Juego de las Estrellas y ya estamos muy cerca de lograrlo”.
¿No le ha pasado por la mente dirigir algún día el equipo Cuba?
“No me preocupa ni ando buscando nada. Además, me lo han pasado por la cara mil veces y nada. Ahora lo que me interesa es Matanzas, desarrollar peloteros y quizás trabajar en el cuerpo técnico de algún equipo Cuba”.
¿Le gustaría algún cambio de estructura en nuestra serie nacional?
“Estoy de acuerdo con los 17 equipos. La mejor serie que hay es esta. La capital no puede tener un solo equipo porque se debilita. No apoyo ningún cambio de estructura. El desarrollo está aquí, en la base. Se puede tal vez hacer dos ligas o dos campeonatos, pero la primera tiene que ser esta con 96 juegos”.
¿Contento entonces por haber cumplido la primera parte de los propósitos?
“El primer día lo dije: vamos a llenar el estadio. Y lo cumplimos. Ese es el resultado del equipo. Era uno de los sueños y lo hemos logrado. Pero estoy más contento por la alegría que tiene el pueblo de Matanzas”.
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