Veracruz: Legión completa de mosqueteros y… ¿Touchés?
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Cuando falta poco menos de mes y medio para que suba el telón de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, las pistas de esgrima del Cerro Pelado no cesan de hacer eco al chirriar de los aceros, absorben las constantes gotas de sudor y soportan los desplazamientos y embestidas de los 18 preseleccionados cubanos.
Sí, porque en definitiva esa será nuestra legión completa, que al decir del Comisionado Nacional Rigoberto Morejón, pugnará por al menos agenciarse la mitad de los 12 títulos. Tal performance, les aseguraría el cetro de una disciplina que inscribirá a 180 “mosqueteros” quienes intentarán hacer presa de touchés a sus rivales en la USBI de Xalapa, una de las subsedes del certamen.
Completan la comitiva seis entrenadores, un armero y dos árbitros, en tanto en materia de experiencia en lides centrocaribeñas cabe destacar que únicamente la espadista Yamirka Rodríguez, y los sablistas Daylon Díaz y Jennifer Morales, cuentan con ella.
La dotación se distribuirá en los eventos individuales (cada nación puede inscribir dos exponentes) y por equipo (tres en cada elenco) de espada, florete y sable, con Venezuela, República Dominicana y los anfitriones en calidad de principales oponentes.
Si nos remontamos a Cartagena de Indias 2006, último duelo sostenido por los cubanos, afloró el dominio antillano (siete oros, cuatro platas y otros tantos bronces), por delante de los morochos (5-5-7), quienes aprovechando la ausencia de Cuba cuatro años más tarde en Mayagüez 2010, prácticamente arrasaron (9-2-3), dejando escapar exclusivamente los cetros del sable femenino individual y por equipos —quedaron en poder de República dominicana—, y el del florete masculino a la cuenta del azteca Daniel Gómez.
Precisamente desde Ciudad de Panamá 1970, y con excepción de San Salvador 2002 y Mayagüez 2010, la Mayor de las Antillas ha logrado dominar el deporte, de ahí que tanto el federativo Morejón, como los estrategas de cada una de las armas, se muestren optimistas en pos de la materialización del objetivo, amén de la carencia de volumen de asaltos de primer nivel que persigue perennemente a nuestros atletas, alguna que otra dificultad con el parque armamentístico y la inexperiencia del grueso de la armada.
CON LA CAMISILLA Y LA CARETA AJUSTADA
Aún cuando todavía está fresco en el recuerdo la presea de plata alcanzada por el sablista Daylon Díaz en el Festival Panamericano, considero justo comenzar por la espada, arma de mayor poderío desde hace más de un lustro y con los bronces de Ringo Quintero (individual) y junto a sus coequiperos Fidel Ferrer y Yunior Reytor, por colectivos en la cita continental de la disciplina en Costa Rica.
Sobre sus discípulos el entrenador Jaine Hernández, quien comenzó a trabajar en el combinado élite en diciembre del 2010 expresó: “La fórmula del éxito en el caso de la espada masculina, ha estado en la mejoría de tres elementos: la talla (1.92 metros), pues es más influyente el alcance con relación al resto de las armas, el nivel técnico, y la efectividad individual.
“Los preseleccionados tienen elevados parámetros de explosividad, componente psicológico certero y trato de guiarlos, pese a la estrechez de roce, por las tendencias actuales. En etapa general, por ejemplo, tenemos tres frecuencias de playa semanales, hacemos una transición hacia dos o una en la especial y la combinamos con carrera en elevaciones o loma, para potenciar la resistencia de la fuerza. Así han salido los resultados y pretendemos discutir el oro tanto individual como por equipos en Veracruz”.
Su homólogo Pedro Enríquez, con más de tres décadas de trabajo también ofreció impresiones sobre la preparación y aspiraciones: “Las ocho preseleccionadas promedian 22 años y 1.75 metros de estatura, indicadores a tono con sus similares de la élite. El grupo fuerte de lo componen Yamilka Rodríguez, la zurda Ceily Mendoza, Marisol Oña y Yoslaine Cardenal. El segundo apartado está integrado por Yamelis González, Eliannis López, Gretel Carbonel y Bisel Franco, todas en edad juvenil.
“Sin pensar en roce y volúmenes de asaltos de primer nivel —la media de las esgrimistas con cierto kilometraje en el contexto del orbe es superior a cuatro fases del Circuito Grand Prix, lides continentales y mundial—, hemos cumplimentado el plan interno entre un 90 y un 94%, con énfasis sobre los elementos caracterizadores de la espada, y eso nos acerca un poco a la posterior ejecución de acciones y movimientos ante situaciones reales, donde puedan mostrar su repertorio.
“La implementación de controles internos semanales con la presencia de sus homólogos masculinos y atletas de pentatlón ha sido de gran ayuda, especialmente con los primeros, por la diferencia en la talla (1,92 por 1,75), velocidad y capacidad de reacción con relación a nuestras preseleccionadas. El trabajo de simulación y el volumen físico constituyen otras dos cuestiones importantes.”
El avezado mentor de florete Eduardo Jons, quien tuvo bajo su pupila entre otros a Margarita Rodríguez, Mercedes del Risco y Clara Alfonso, además de Elvis Gregory, Oscar García, Rolando Túcker, Tulio Díaz y Guillermo Betancourt ahondó sobre la realidad de sus pupilos, un tanto más escabrosa por encontrarse en la actualidad en materia de resultados un peldaño por debajo de la espada y el sable: “Tenemos una preselección sumamente joven (1,76 metros de talla y 21 años), sin puntos en el ranking, ni competencias internacionales salvo el Villa de La Habana. Ellos son Reuben Jay, Michel Carthy, Jesús Delgado, Leandro Ramos, Enmanuel Mojena y Jesús Riaño.
“Esfuerzo individual sobre la efectividad de los toques es nuestra prioridad, amén de que en situaciones de combate reales las acciones ofensivas distan mucho del modelaje. De cara a Veracruz nuestra intención es acceder al podio, tanto en individuales como por equipo. Garra, voluntad y espíritu de combatividad de estos muchachos es el combustible que me ha dado fuerzas para continuar trabajando en la búsqueda constante del rescate de un florete de altura.”
Todos de blanco, las pizarras electrónicas marcando estocadas en verde o rojo, los jueces velando por un exacto manejo de la técnica. Esa será la dinámica entre touchés, exclamaciones de júbilo o salidas cabizbajas de las pistas en Xalapa.
De cualquier manera confianza y entrega será la divisa para los cubanos, quienes de seguro aumentarán su botín histórico en la esgrima, el cual asciende a 90 preseas de oro, 38 de plata y 28 de bronce, holgadamente superiores a la foja de Venezuela (34-45-35) y México (21-47-63), como ocupantes de las tres posiciones de privilegio.
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