Ucrania: Jugando con fuego
especiales
He contado en más de una ocasión como de Ucrania tengo buenos recuerdos, que van desde el conocimiento de su rica y heroica historia, lo sabrosa de su comida y el accionar del Dínamo de Kiev -uno de los mejores equipos de fútbol del mundo-, empañados por el accionar imperial y su acompañante de siempre, la desinformación sobre la realidad, que está logrando la división de su pueblo.
Divide y vencerás, un lema esgrimido exitosamente por el colonialismo británico, ha hecho mella en Ucrania, al que Estados Unidos y su OTAN tratan de utilizar para emprender una guerra contra Rusia y llevar la desestabilización hasta China.
No es un sofisma, sino toda una realidad, que, de una forma u otra, se puede apreciar en la más reciente conferencia de las principales naciones capitalistas europeas con Ucrania, considerada una socia menor de la Unión Europea.
Alarmada por la reciente conversación del presidente ruso, Putin, y el ucraniano, Porochenko, y acuerdos que, de manera global se han estado cumpliendo para llevar la paz a la región -según esquema de Moscú-, ya los mercenarios al servicio de la inteligencia occidental han estado boicoteando la tregua de cese al fuego, disparando contra la población civil de las regiones que rechazan al gobierno kievita.
Al mismo tiempo, se han seguido ampliando las sanciones económicas y la persecución a funcionarios rusos, es decir, se levanta, pero al revés, una nueva “Cortina de Hierro”, como le llamó la propaganda occidental a las acciones defensivas de la Unión Soviética en época de la Guerra Fría, pero sin recordar que desde 1990 Estados Unidos decidió edificar el “Muro de la OTAN” alrededor de Rusia, a pesar de la promesa del secretario norteamericano de Estado, James Baker, al entonces presidente soviético, Mijail Gorbachov, de que las tropas de la OTAN no avanzarían “ni una pulgada hacia el este”.
Pero desde entonces todo era una falsedad, que hoy día sirve para justificar las amenazas de esta agresiva alianza a Moscú por su supuesta intención de invadir Ucrania, y atacar la legítima adhesión de Crimea a Rusia, que contó con la voluntad del 97% de su población.
Dice la periodista Vicky Peláez que, para entender la política de los líderes de esta organización y su actitud, hay que seguir la ruta del dinero, ya que este año Washington aportará 280 000 millones de dólares de los 400 000 millones de su presupuesto, lo cual la convierte en el brazo político y militar de Estados Unidos en Europa.
En esto hay que tomar en cuenta que el presupuesto del Pentágono es de 680 000 millones de dólares para el 2014, sin incluir gastos para las armas nucleares, las operaciones clandestinas de la Agencia Central de Inteligencia, la utilización de drones y fuerzas especiales y los gastos del programa espacial vinculado a los sistemas de misiles.
Pero en este contexto de la ruta del dinero no se debe olvidar la participación del financiero de origen húngaro George Soros, uno de los artífices del separatismo kosovar en la ex Yugoslavia, quien elaboró un plan para “castigar” a Rusia por sus “acciones en Crimea”, proyecto que tiende a alentar a Estados Unidos para soltar al mercado internacional sus reservas estratégicas de petróleo, con el fin de hacer caer el precio del barril y afectar seriamente el presupuesto ruso. Ello estaría acompañado de una superproducción de Arabia Saudita.
Aunque a pesar de la campaña desinformativa de los medios occidentales Rusia ha demostrado que parte del mundo no acompañan el peligroso juego guerrerista de Estados Unidos y sus aliados, las Naciones Unidas lo han seguido jugando, y de ahí las condenas a la libre decisión del pueblo crimeo y el dar como ciertas las mentiras imperialistas sobre la amenaza rusa de invadir Ucrania.
Nada de extrañar cuando no puede ver que el mundo rechaza la unilateralidad de la potencia más fuerte, que hizo que se cruzara de brazos y solo emitiera tibias protestas ante el reciente genocidio sionista contra el pueblo palestino de Gaza.
Ahora, al presentar a Rusia como el culpable de lo que está sucediendo en Ucrania, se hace cómplice del Departamento de Estado norteamericano, al tiempo que rememora aquella caracterización que le hiciera hace once años de la escritora india Arundhati Roy: “La chica ONU de siempre. Se ha convertido en la conserje del mundo. Es la filipina de la limpieza, la novia del correo de Tailandia, la au pair jamaicana. La han contratado para limpiar la mierda de otros. Usan y abusan de ella a su voluntad”.
Añadir nuevo comentario