La OMS quiere reforzar la prevención del suicidio
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En su primer informe exhaustivo sobre este fenómeno, publicado el jueves en Ginebra, la OMS compila 10 años de datos e investigaciones sobre el suicidio, procedentes del mundo entero. La Organización quiere así concienciar sobre "el verdadero problema de salud pública que representan el suicidio y los intentos de suicidio".
La OMS preconiza que las autoridades sanitarias de cada país den más importancia a la prevención del suicidio, pues se trata de "un gran problema de salud pública que hay que afrontar imperativamente, sin más demora".
En palabras de la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, "cada suicidio es una tragedia. Cada año, más de 800.000 personas mueren poniendo fin a sus días, y por cada muerte hay numerosas tentativas de suicidio", concretamente 20, según la organización.
El impacto sobre las familias y los allegados es "profundamente devastador", y los efectos siguen sintiéndose mucho tiempo después del drama.
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El suicidio afecta a "las poblaciones más vulnerables del planeta, y más en particular a los grupos sociales que ya padecen marginalización y discriminación", destaca la OMS.
El suicidio tiene mayor incidencia en los países de renta media o baja, donde no hay suficientes recursos para detectar o cuidar a las personas en dificultad.
La agencia de la ONU lamenta "el tabú y la estigmatización" asociados a menudo a este acto, y destaca que con "intervenciones y un tratamiento eficaces y oportunos, se puede contribuir a prevenir el suicidio y las tentativas".
Los Estados miembros de la OMS se han comprometido a reducir en un 10% su tasa de suicidios de aquí al año 2020.
En 2012, la tasa de suicidios en el mundo era de 11,4 por 100.000 habitantes. Hay el doble de hombres suicidas que de mujeres.
Globalmente, el suicidio representa la mitad de las muertes violentas entre los hombres, y el 71% en la población femenina.
Las tasas de suicidio más altas se registran entre las personas de más de 70 años, en casi todas las regiones del mundo.
Además, el suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años.
En la mayoría de los casos, la gente decide poner fin a su vida tragándose insecticidas, ahorcándose o disparándose con un arma de fuego.
La OMS denuncia también "las descripciones inapropiadas o sensacionalistas del suicidio en los medios de comunicación", que no hacen más que aumentar el riesgo de crear imitadores.
La prensa debería hacer una "cobertura responsable" de los casos de suicidio, según la OMS, y abstenerse de "describir en detalle los actos suicidas, evitando toda dramatización o glorificación", y también "las simplificaciones excesivas".
Por último, la agencia de Naciones Unidas destaca que el uso de Internet y de las redes sociales podría servir de "estrategia universal de prevención del suicidio".
"Los foros de conversación con profesionales dedicados a las personas con tendencias suicidas, los programas de autoayuda y la terapia por internet son los mejores ejemplos de estrategia virtual de prevención del suicidio", escribe la OMS en su informe.
Por regiones, la tasa de suicidios más alta en 2012 se daba en el sureste asiático (17,7 por cada 100.000 habitantes). La tasa era de 6,1 en las Américas, 12 en Europa, y 10 en África.
Los países de renta alta tenían en 2012 una tasa de 12,7 suicidios por cada 100.000 habitantes, y los de renta media y baja 11,2. Sin embargo, estos últimos concentraban el 75,5% de suicidios en el mundo.
En América Latina se dan situaciones muy dispares, con algunos países por encima de la media mundial, como Bolivia y Chile (ambos con 12,2), El Salvador (13,6) y Uruguay (12,1), y otros por debajo, en el caso de Brasil (5,8), Colombia (5,4), México (4,2) o Perú (3,2).
En Europa, España tenía una tasa de 5,1, muy por debajo de Francia (12,3), Alemania (9,2) o Rusia (19,5). En Estados Unidos era de 12,1.
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