Los republicanos no encuentran un rival solvente contra Obama

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Los republicanos no encuentran un rival solvente contra Obama
Fecha de publicación: 
27 Diciembre 2011
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Cuando falta sólo una semana para que el próximo 3 de enero comience el caucus de Iowa, las primarias republicanas siguen abiertas. Mitt Romney es considerado el favorito para hacerse con la nominación republicana y la Casa Blanca trabaja con la hipótesis de que el exgobernador de Massachusetts será el rival republicano del presidente Barack Obama, pero la volatilidad de los sondeos en los últimos meses hace difícil predecir el nominado.

Cualquiera puede ganar en Iowa, la primera batalla para hacerse con la candidatura republicana para las elecciones presidenciales del 6 de noviembre de 2012.

"Esta carrera a la nominación republicana no es como otras que haya visto. Nunca he visto tantos candidatos subir e igualmente caer rápidamente [en las encuestas]. Es como la subida y la caída del Imperio Romano en miniatura y en tiempo comprimido", explica Allan Lichtman, profesor del Departamento de Historia de la American University.

Salvo Rick Santorum, el resto de candidatos ha sido proclamado en algún momento en los últimos meses favorito para ganar el caucus de Iowa o la nominación republicana a las elecciones presidenciales. Michelle Bachmann, la candidata del Tea Party, partió como favorita, tras ganar el pasado mes de agosto el tradicional straw poll encuesta de paja de Ames con un mensaje anti-Washington y antiestablishment del partido republicano, pero en seguida se desinfló.

Cada vez que había un debate republicano o salía una nueva encuesta, subían y bajaban candidatos como la espuma. Además de Newt Gingrich y Mitt Romney, han liderado en algún momento las encuestas Rick Perry, Ron Paul o Herman Cain. Este último tuvo que abandonar a principios de diciembre la carrera a la nominación republicana, arrinconado por las acusaciones de acoso sexual y de infidelidades.

Ganar el caucus de Iowa no garantiza el triunfo de una candidatura. De hecho, los triunfadores en Iowa un estado rural y mayoritariamente blanco, que no representa la diversidad del país no siempre son los ganadores de la candidatura de un partido a las elecciones presidenciales.

Por ejemplo, en 2008, Mike Huckabee, que este año no se presenta, ganó en Iowa, pero el candidato republicano que se enfrentó a Barack Obama en las elecciones presidenciales fue John McCain.

Pero ganar el caucus de Iowa da impulso a una candidatura. Hace que por una semana todos los medios de comunicación hablen de ese candidato como el favorito, hasta que se celebre el próximo 10 de enero las primarias en New Hampshire. Muchas veces los candidatos más moderados políticamente, usan New Hampshire como trampolín para sus campañas. Por ejemplo, Mitt Romney, cuya victoria en Iowa sería una sorpresa, tiene puestas todas su esperanzas en New Hampshire.

Según las últimas encuestas, el favorito en Iowa es Ron Paul (22,3% de intención de voto), seguido de cerca por Romney (21%), después de que la candidatura de Gingrich parece que se ha deshinchado en los últimos días, ya que ahora sólo cuenta con un 14,% de apoyo.

Sin embargo, nadie cree que el libertario Ron Paul pueda ganar la nominación del partido republicano, porque es demasiado extremista y excéntrico. Si se pregunta a nivel nacional, quien lidera ahora las encuestas para hacerse con la nominación republicana es Gingrich (26%), seguido de cerca de Romney (22%).

Parte de la razón por la cual los diferentes candidatos republicanos han tenido dificultades para permanecer durante mucho tiempo en lo alto de las encuestas es el hecho de que ser favoritos les convierte en el blanco de todos los ataques de sus rivales. Estos no dudan en sacar todos los trapos sucios del favorito con tal de que no gane la nominación.

Maquinaria metódica

El único que ha mantenido más o menos el tipo ha sido Romney, que sigue siendo uno de los favoritos. Habrá que ver si su metódica, efectiva y bien financiada maquinaria electoral puede con todos.

Si Romney gana en New Hampshire, la siguiente gran batalla republicana estará en Carolina del Sur, donde se han decidido muchas nominaciones republicanas. En 2000, John McCain ganó en New Hampshire, pero George W. Bush le paró los pies en Carolina del Sur con una campaña muy agresiva y negativa.

Los expertos consideran que en Carolina del Sur es más probable que gane Gingrich que Romney, porque los conservadores cristianos del Partido Republicano ven a Romney como un "doble hereje: es mormón y no lo ven como un verdadero conservador", según Lichtman. Por ejemplo, en el pasado Romney estuvo a favor de la despenalización del aborto y, como gobernador de Massachusetts, puso un marcha un programa sanitario casi idéntico al famoso Obamacare, que los republicanos han atacado con dureza. Y muchos evangélicos ven a los mormones como herejes. Pero Gingrich, que se ha casado tres veces, tampoco es un candidato republicano ortodoxo.

Según el Pew Research Center, la fe de Romney puede ser un factor a tener en cuenta en las primarias republicanas, donde suelen votar los más conservadores, pero no en las elecciones generales, donde puede atraer a los votantes más centristas.

En Iowa, donde el 60 % de los votantes republicanos se identifica como evangélicos, lograr el voto evangélico es la clave para una victoria. Por ejemplo, en el caucus de Iowa de 2008, el 46% votó a Mike Huckabee, frente al 19% de Romney.

Gane quien gane la nominación republicana no importa, según Lichtman, que lleva desde hace años acertando el ganador de las elecciones presidenciales. Este profesor de historia cree que Barack Obama renovará en noviembre de 2012 su mandato.

Los candidatos en discordia

Rick Santorum (exsenador de Pensilvania).

Fundamentalista católico y homófobo.

Rick Santorum, de 53 años, es un católico ultraconservador que no sólo se opone a ultranza al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo, sino que considera la homosexualidad una aberración. Lo dejó claro en una entrevista que concedió a la agencia AP en 2003, en la que se declaró partidario de regular el sexo entre homosexuales comparándolo con prácticas como el incesto, la zoofilia y los abusos a menores. En lo económico es un liberal de libro: aboga, por ejemplo, por eliminar totalmente los impuestos a la actividad industrial.

Rick Perry (Gobernador de Texas).

El espejismo de un candidato ganador.

Frente a los votantes conservadores, Perry tenía a su favor haber sido el gobernador de Texas que más tiempo ha permanecido en el cargo, su condición de veterano de la Fuerza Aérea y su militarismo. Pero a este político de 61 años, que arrancó con fuerza en las encuestas, le ha perjudicado su escasa capacidad dialéctica. En los debates con los otros candidatos se mostró incapaz de rebatir a Romney y Bachmann, que le hicieron quedar casi como un izquierdista cuando le reprocharon haber garantizado la educación superior a los hijos de inmigrantes.

Mitt Romney (exgob. de Massachusetts).

Segunda generación de candidatos.

Carismático, millonario financiero, educado en Harvard, ha sido el gran favorito de las encuestas. Mormón, hijo de George Romney, exgobernador de Michigan que compitió en 1968 contra Richard Nixon por la candidatura presidencial, asesoró a George Bush hijo, a quién apoyó en su campaña de Irak. En 2008, mientras Hillary Clinton disputaba a Barack Obama la nominación demócrata, él perdió frente a John McCain en el campo republicano. Es un detractor del Estado del bienestar europeo que, afirma, origina desempleo.

Newt Gingrich (excongresista).

El maestro de la hipocresía.

Gingrich es un maestro de la conversión religiosa: de luterano pasó a baptista y ahora dice ser un católico defensor de la familia. Lástima que se haya divorciado dos veces, que haya confesado repetidas infidelidades y que una de sus amantes admitiera haberle practicado sexo oral en la misma época en la que Gingrich, que fue líder de la mayoría republicana en el Congreso en los noventa, se rasgaba las vestiduras por el ‘caso Lewinski’. Por lo demás, este candidato se compara con Winston Churchill y cree que su destino es cambiar el mundo.

Ron Paul (Congresista por Texas).

Tercer intento de un veterano de Vietnam.

Médico militar durante la guerra de Vietnam, este congresista de Texas procede de los márgenes más derechistas del republicanismo. Considerado padre espiritual del Tea Party, es veterano en la lucha por la candidatura a la Casa Blanca, con su ideario ultraliberal. Quedó tercero en 1988 –cuando se postuló por su Partido Libertario–, por detrás de George Bush padre y de Michael Dukakis. En 2008 se presentó desde las filas republicanas. Antes de entrar en política en 1976, había ayudado a traer al mundo a 4.000 bebés como ginecólogo.

M. Bachmann (Congresista por Minnesota)

La nueva versión de Sarah Palin

Favorita del ultraconservador Tea Party, a sus 55 años es un remedo de la exlíder de este movimiento, Sarah Palin. Tres veces congresista –y anteriormente senadora– por Minnesota, esta madre de cinco hijos y devota cristiana evangélica afirmó este verano que el huracán ‘Irene’, que sacudió la costa este, fue un mensaje de Dios para ser escuchado por los políticos de EEUU. Con la dimisión de sus dos jefes de campaña, se queda sola como la única mujer en la carrera republicana. 

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