Chicago se ahoga en la violencia y en las armas
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Bien lo saben los familiares de la pequeña Sahamiya Adams, una niña de 11 años que murió por culpa de una bala perdida mientras hacía chocolate y nubes esponjosas en una fiesta de pijamas junto a sus amigas en la casa de una de ellas. Hablamos de Chicago, la ciudad más importante del estado de Illinois y la tercera más poblada del país, solo por detrás de Nueva York y Los Ángeles.
El caso de Shamiya ha sido el último, pero no el único. Un nuevo fin de semana de violencia –otro más- ha dejado cuatro víctimas mortales así como al menos 40 heridos de bala. Y es que lo que le ha pasado a la pequeña, que rara vez salía de casa porque su madre temía por su vida, demuestra que ya ni siquiera es necesario salir a la calle para correr peligro en la Ciudad del Viento.
“Todo el mundo estaba en la sala. Ellas estaban haciendo sus cosas de chicas. Se escucharon disparos y una bala entró por la ventana”, contó uno de los habitantes de la casa, que en ese momento no estaba en la vivienda, al Chicago Tribune.
Shamiya fue llevada al hospital de urgencia, pero pocas horas después los médicos certificaron su muerte. Ahora, su primo, Terrence Redmon, pregunta en alto lo que todos los habitantes de Chicago dan vueltas en la cabeza.
“Si tú no puedes estar en casa tampoco, entonces ¿dónde puedes estar seguro?”
A pesar de que el crimen en Chicago ha bajado notablemente en las dos últimas décadas, también es cierto que las tasas actuales siguen siendo altas. Teniendo en cuenta que reducirlo era el principal objetivo del actual alcalde, Rahm Emanuel, ex jefe de gabinete del presidente Obama, es normal que haya un enorme desencanto por su gestión, acrecentado por su ausencia en la vigilia en honor a la pequeña Shamiya.
De hecho la situación es tan preocupante que incluso dos agencias federales, el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, han anunciado que van a mandar refuerzos a la ciudad que asistan y apoyen a la policía.
Y es que no hay que olvidar que el fin de semana del pasado 4 de julio, la ciudad de Illinois vio como el caos se apoderaba de sus calles y 82 personas recibían un disparo, con un balance de 14 víctimas mortales.
Desgraciadamente es el triste día a día de una de las ciudades más admiradas del mundo que se desangra por una violencia incontrolable que sigue sesgando familias de una forma sangrienta.
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