Columna deportiva: Magnus Carlsen rinde al mundo

Carlsen elige con mucho cuidado las competiciones en las que interviene y, en su torneo más reciente, celebrado en Noruega, no pudo complacer a los aficionados locales, al concluir en la segunda posición, detrás del italiano Fabiano Caruana. Su presencia en Dubái fue muy promocionada; aunque el prodigio tal vez no fuera considerado entre los grandes favoritos, porque su principal fortaleza nunca ha sido el juego rápido.

El noruego lidera ampliamente el ranking ELO tradicional, con un formidable coeficiente de 2881 puntos, muy por delante de Levon Aronian quien marcha en la segunda plaza, con 2815; sin embargo, en el ELO rápido y blitz, Carlsen aparece ubicado en el cuarto puesto, superado en la modalidad rápida por Hikaru Nakamura, Caruana y Alexander Grischuk; mientras, en el blitz está por detrás también de Aronian.

En Dubái se reunieron 122 ajedrecistas, para luchar por el título mundial de ajedrez rápido, con partidas a 15 minutos, y blitz, con cotejos de apenas tres minutos en el reloj para cada competidor. Lamentablemente, dentro de esa extensa lista de jugadores no apareció ningún cubano.

Carlsen terminó la primera jornada con cuatro puntos de cinco posibles. Al día siguiente tuvo que esforzarse al máximo para igualar ante Sergey Karjakin y, con un poco de suerte, logró entablar también frente al francés Laurent Fressinet. Después llegaron tres victorias consecutivas y esto le permitió arribar a la jornada conclusiva en la cima de la tabla. La fecha comenzó con un sufrido empate contra Aronian y, poco después, el indio Viswanathan Anand se sobrepuso a una posición inferior y le infligió al noruego su primer revés del certamen.

Esa derrota de seguro creó dudas en Carlsen. Dos años atrás, en el Mundial rápido, celebrado en Astana, el noruego marchaba en el primer lugar, pero tuvo un fatídico cierre. Ahora la historia resultó completamente diferente, porque el prodigio mostró un formidable poder de recuperación. Primero superó al chino Yu Yangyi, luego, de alguna manera, en una partida con muchas imprecisiones, derrotó a Grischuk y, en el adiós, alcanzó un cómodo empate frente al azerí Teimour Radjabov. De esta manera, Carlsen concluyó con 11 puntos, media unidad más que Caruana y Anand quienes lo acompañaron en el podio de premiaciones.

El Mundial blitz también fue muy complejo para Carlsen; aunque triunfó con una mayor ventaja. Desde el comienzo quedó claro que el prodigio se sentía a gusto en esta modalidad y terminó la primera de las dos fechas en el primer lugar, con medio punto de ventaja sobre sus rivales; sin embargo, en la decimoctava y antepenúltima ronda, el ruso Ian Nepomniachtchi tomó sorpresivamente la delantera. En declaraciones a la prensa, Carlsen dijo que, en ese momento, pensó que el título mundial blitz estaba fuera de su alcance; pero, en la siguiente partida, Nepomniachtchi solo pudo entablar frente a Antón Korobov y el noruego derrotó, en un dramático duelo, con negras, al azerí Rauf Mamedov. Por tanto, se invirtió el orden en la tabla.

La tensión se mantuvo en los dos cotejos finales. En la vigésima ronda, Carlsen no tuvo problemas para inclinar el rey defendido por el ruso Sergei Yudin; mientras, Nepomniachtchi cedió ante Aronian. Este resultado facilitó las cosas para el prodigio, aunque todavía tenía que garantizar al menos un empate en la despedida. Su último oponente fue Korobov; pero, contrario a lo que podía esperarse, Carlsen arriesgó y logró encerrar al ucraniano en una red que, inevitablemente, conducía al jaque mate. Fue la mejor manera de cerrar el Mundial.

En total, Carlsen hizo 28 puntos en las 36 partidas efectuadas, para un asombroso porcentaje de efectividad del 78%. Solo perdió dos cotejos (frente a Anand y ante el chino Shanglei Lu). Después de esta actuación, ¿qué más necesita demostrar el prodigio? Tiene en su poder el récord ELO y es el campeón mundial de ajedrez clásico, rápido y blitz. Vivimos en la era de Magnus Carlsen…y el noruego solo tiene 23 años.