Cuba ocupó segundo lugar por países en Grand Prix de judo
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El día después de que Magdiel Estrada (73 kg) y Maricet Espinosa (63) ampliaran su botín, con una plata y un bronce, respectivamente, Cuba (2-2-4) terminó ocupando el segundo lugar del medallero entre los 39 países que animaron el Grand Prix de judo en La Habana, solo aventajada por Georgia (3-0-2).
Y aunque las escuadras del patio no lograron insertar esta vez a ningún representante en las cinco finales de la última fecha, sí sumaron dos bronces por intermedio de Yalennis Castillo (78) y Oscar Brayson (+100).
En el caso de la intrépida subcampeona olímpica de Beijing 2008, supo reponerse de su revés ante la francesa Audrey Tcheumeo, actual puntera del ranking, para vencer por ippon a la croata Ivana Maranic en la repesca y a la rusa Anastasiya Dmitrieva por el tercer escaño, y secundar en el podio a la propia Tchumeo que cayó en la final ante la estadounidense Kayla Harrison.
“A pesar del tiempo que he estado fuera, me sentí fuerte y creo que podré llegar en buena forma al Mundial de agosto (en Rusia)”, afirmó la holguinera Castillo, que busca recuperar el terreno perdido después de pasar casi dos años alejada de los tatamis, primero por el calvario de lesiones que afectó una de sus rodillas y luego para ser mamá.
Mientras, el camagüeyano Brayson, subcampeón mundial de Rotterdam 2009, tampoco desaprovechó su oportunidad para reverdecer laureles, al proyectar en apenas 24 segundos al georgiano Levan Matiashvili, después de su tropiezo inicial frente al húngaro Barna Bor, en una división que coronó al ruso Renat Saidov sobre el británico Christopher Sherrington.
En realidad, la Mayor de las Antillas llegó a discutir otro par de bronces en +78 kg, pero la prometedora juvenil Gusmary García no pudo contra la fornida china Sisi Ma —a la postre campeona— ni la rusa Ksenia Chibisova. Y la noticia del día estuvo en la ausencia del podio de la multicampeona Idalis Ortiz, que alejada de su mejor forma tropezó primero en semifinales ante la alemana Franciska Konitz —para sorpresa de la propia ganadora— y luego cedió en otro combate poco lúcido con la francesa Emilie Andeol. Nada, que un borrón se le va hasta al mejor escribano y los grandes campeones también tienen días grises.
Por lo demás, en los 90 kg, sin el monarca mundial Asley González —por lesión—, el georgiano Varlam Liparteliani sacó pecho en la final ante el brasileño Tiago Camilo, y en los 100 el belga Toma Nikiforov se colgó el oro a expensas del suizo Flavio Orlik, como colofón de un torneo que cosechó los aplausos del público en la Ciudad Deportiva.
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