Mali: Agrávase la intervención

Mali: Agrávase la intervención
Fecha de publicación: 
29 Mayo 2014
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El nuevo brote de violencia separatista en el norte de Mali se ha extendido rápidamente por la zona, con lo cual Francia ha buscado un pretexto más para la permanencia de más de mil soldados y buscar nuevos puntos de apoyo para combatir a elementos supuestamente terroristas.

El punto de mira actual es la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional de Azawad (MLNA), integrado mayormente por efectivos de la comunidad tuareg, que reivindican el norte de la nación y han manifestado vanamente su petición de dialogar con el gobierno central y no con París.

En respaldo a una petición francesa, la ONU envió 12 600 cascos azules a Mali con el objetivo de «estabilizar» el país, es decir, reprimir cualquier acción insurrecta y colaborar con los ocupantes franceses.

La misión abarca un máximo de 11 200 soldados y 1 440 policías, entre ellos algunos «batallones de reserva capaces de ser rápidamente desplegados». El texto autoriza a «las tropas francesas (...) a intervenir en respaldo a componentes del grupo de la ONU en caso de peligro grave e inminente» para ellos, «y a pedido» del secretario general, Ban Ki-moon.
 

Lo cierto es que hasta ahora los esfuerzos de Naciones Unidas al respecto han sido nulos, porque no ha podido estabilizar los centros urbanos esenciales, especialmente en el norte, ni evitar el retorno de los elementos armados a esa zona.

Asimismo, ha fracasado en la protección a los civiles y al patrimonio cultural y el respeto de los derechos humanos, y no ha colaborado consecuentemente en el establecimiento de un diálogo político nacional, la organización de elecciones libres, equitativas y transparentes, así como la promoción de la reconciliación con los tuareg del norte del país.

Es también contraproducente que mientras la nación vive en gran parte de la ayuda humanitaria externa, se haya comprado un nuevo avión presidencial con un costro de 40 millones de dólares.

Lo cierto es que se dice combatir a guerrillas islámicas, principalmente a los salafistas, presentes en Siria, donde son financiados por Occidente para combatir al gobierno de Damasco, por lo que el grupo al que se combate realmente está integrado por la etnia tuareg, el ya mencionado MNLA.

El ejército francés, que dispone también de bases de retaguardia en Senegal, Costa de Marfil y Chad, también dirige ahora a las tropas de la ONU, en tanto el gobierno de transición local dio cuenta de su «determinación en cooperar plenamente».

La intromisión de Francia en una nueva guerra en una de sus antiguas colonias, dio pábulo a que el Partido Comunista Francés aludiera en un comunicado otras injerencias de París:

«Personajes como Ouattara, puesto en la poltrona en Costa de Marfil mediante una intervención militar en la que Francia desempeñó el papel principal; Compaoré, al frente de Burkina, quien nunca dejó de servir a los intereses en la región del imperialismo francés…, y Yayi Boni, el autócrata beninés, sirven de mampara “africana” a esta intervención militar… Lo que está claro es que el conjunto del dispositivo militar francés desplegado en África ha sido movilizado para esta operación».

Y volviendo a la primaria justificación francesa: se utiliza el pretexto de luchar contra los grupos armados que amenazan la integridad de Mali y que imponen el terror en las zonas que controlan. Empero, su presencia y la facilidad con la que se han desplegado ponen de manifiesto profundos problemas sociales, económicos y políticos que los diferentes regímenes que tomaron el poder en Mali no solo no han resuelto, sino que los han agravado con su gobernanza del país. Una solución militar, y menos si es extranjera, no resolverá ninguno de esos problemas, sino todo lo contrario.

La operación militar es complicada y necesitará tiempo y movilizar grandes medios. Las víctimas son, ante todo, poblaciones civiles cogidas entre dos fuegos. El reforzamiento del plan ideado en París forma parte de la estrategia de tensión y acondicionamiento para convencer a la población francesa que puede ser víctima de atentados, tal como se ha hecho en Estados Unidos a partir de los atentados del 11 de septiembre.

Detrás de esa maniobra está el control de una zona rica en materias primas estratégicas, concretamente el uranio que explota Areva en el vecino Níger, que también se encuentra en el subsuelo maliense.

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Comentarios

los tuareg no son mas que los empleados franceses para luchar contra el pueblo Maliense.....!!!!!

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