Vitali Lapota, presidente de la constructora rusa de naves espaciales S.P. Koroliov Corporación Espacial y Cohetes Energía (en ruso conocida como 'PKK Energuia'), cree que la humanidad debe atender a la cuestión de la colonización de Marte debido al aumento del tamaño del Sol y a la amenaza de que la Tierra sea destruida, comunica el diario Gazeta.ru.

"Los astrofísicos suponen que nuestra estrella comenzará a expandirse en los próximos millones de años. A causa de su aumento de tamaño el Sol absorberá Venus y la Tierra", comentó Lapota. Según dice el especialista "es uno de los pronósticos más realistas para los próximos cientos de millones de años.

El presidente de la compañía subrayó en el foro económico internacional de San Petersburgo que "para la humanidad el único modo sobrevivir es mudarse a Marte".

Algunos critican la opinión de Lapota arguyendo que "hay gente sufriendo hambre y a algunos lo único que les importa es la adaptación a Marte". Mientras que otros opinan que dominar el espacio alrededor de la Tierra permitirá mejorar la vida en nuestro planeta.

Sin embargo, en este caso lo más importante es que de momento Rusia no dispone de la tecnología espacial necesaria para viajar no solo a Marte, sino a la Luna. Para llegar a alguno de estos destinos hace falta desarrollar una lanzadera con capacidad de carga igual o superior a 80 toneladas. Antes del colapso de la Unión Soviética Rusia tenía dos clases de lanzaderas de estas características: el cohete N1, diseñado por Koroliov para conquistar la Luna, y el transbordador espacial Burán.

De acuerdo con los expertos, si Rusia logra renovar estas tecnologías y crear nueva lanzadera tendrá lugar una revolución en el campo de la cosmonáutica en todo el mundo.