José Martí: entre la realización y el misterio (+ INFOGRAFÍA)

José Martí: entre la realización y el misterio (+ INFOGRAFÍA)
Fecha de publicación: 
19 Mayo 2014
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Rubén Darío no pareció comprender el designio superior que animaba a José Martí: “¡oh maestro, que has hecho!” —exclama ante la noticia de la muerte del héroe en Dos Ríos. “Y ahora, maestro y autor amigo; perdona que te guardemos rencor los que te amábamos y admirábamos, por haber ido a exponer y a perder el tesoro de tu talento”.

Obviamente, ese “rencor” tenía que ver con el dolor inmenso ante la pérdida de uno de los más preclaros pensadores latinoamericanos, del poeta singular, del periodista extraordinario. Escribe también Darío: “Luego sabrá el mundo lo que tú eras, pues la justicia de Dios es infinita y señala a cada cual su legítima obra”.

 

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VER INFOGRAFIA: MUERTE DE JOSÉ MARTÍ

Afortunadamente, el gran poeta nicaragüense tenía razón: el legado artístico de José Martí, creador y mártir, está salvado. La literatura universal lo incluye entre sus clásicos, la poesía latinoamericana reconoce en él a uno de los precursores del modernismo que ubicó al continente en el mapa universal de las letras.

Pero Martí era más que pensador y literato: fue —de alguna manera sintió que debía serlo— hombre de acción. Principal organizador de la Guerra de Independencia, guerra necesaria, asumió que su responsabilidad era hacerla en el campo de batalla. Una concepción contemporánea nos llevaría a pensar que un organizador, que un líder, debería quedarse en la retaguardia, conservando su vida como garantía de continuidad de una labor de dirección.

Eran otros tiempos: José Martí sabía que los cubanos seguirían al hombre que estuviera dispuesto a enfrentar todos los riesgos. El generalísimo Máximo Gómez siempre comprendió la importancia del liderazgo político del Apóstol, insistió en mantenerlo lejos de una primera línea de batalla para la que, ciertamente, no estaba del todo preparado.

Pero el sentido ético del Maestro le impediría en todo caso quedarse en un segundo plano. Mayor general de las fuerzas mambisas, prefirió hacer honor a su grado.

¿Cuál hubiera sido la historia de Cuba si Martí no hubiera muerto en combate el 19 de mayo de 1895? ¿Cómo hubiera influido en los acontecimientos posteriores? ¿Habría podido evitar, por ejemplo, la intervención norteamericana en la guerra? ¿Cuál hubiera sido su rol después de la derrota de los españoles? ¿Qué república hubiéramos tenido de no haber participado en ese combate fatal?

Solo quedan conjeturas; inútiles de hecho: la historia es la crónica vivida; lo que hubiera podido ser es pura literatura. Más que regodearse en el misterio, convendría valorar los aportes fundamentales de José Martí al proceso revolucionario cubano.

Sin pecar de absolutos (téngase en cuenta que una guerra emancipadora es un empeño común, una gesta de todo un pueblo), sin el concurso de José Martí difícilmente se hubiera podido aunar tantos intereses en pos de un objetivo único: la independencia de Cuba.

El hecho de que Martí sacrificara su proyecto personal para consagrarse a la causa común, lo ubica entre los hombres imprescindibles que siempre tienen los pueblos. La extraordinaria trascendencia de su legado político y creativo le otorga el favor de la posteridad. Aunque él no trabajara precisamente por ganarse un lugar en la historia. Trabajaba por absoluto sentido del deber.

A 119 años de su muerte en combate, Cuba vive un singular privilegio: su político más relevante es también uno de sus más grandes poetas. Muestra otra de la gran dimensión lírica de nuestras gestas independentistas.

Comentarios

Muy buen artículo, coincido que lo que hubiera podido ser, solo serían conjeturas, lo real y en lo que debemos centrarnos, es en el ejemplo que nos legó, en la vigencia de su pensamiento y en no dejarlo morir jamás.
Muy bonito

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