—Empecé como editor y post-productor, los primeros trabajos que hice fueron en la computadora, venían hechos y yo los enriquecía desde el diseño gráfico. Luego en la escuela comencé a hacer algunas cosas para trabajos de clases, Festivales de Aficionados, pero siempre en un contexto universitario y todo se quedaba allí, hasta que hice algunos que se difundieron más como el de los Juegos Caribes del ISDI que salió de las puertas de la Universidad y mucha gente lo vio. En ese momento fue algo extraordinario porque se filmó con un iPhone y nadie lo creía, era muy novedoso y lo hicimos varios amigos de la escuela. Lo vieron Los Desiguales y me buscaron para que les realizara un video que tuviese esa misma visualidad, ese tipo de efectos y de ahí salió el primer video clip: “Otra dimensión”. A ellos les gustó mucho el trabajo y a partir de ahí se creó una especie de convenio que no se redujo a la mera filmación, sino que maneja todo lo que se refiere a la imagen del grupo.

—Pero el reconocimiento tuyo llegó con Qva Libre…

—Con los videos de Los Desiguales en la televisión, la calle, las discotecas, Qva Libre vió esa nueva factura y de alguna forma dieron conmigo y empezamos a trabajar para hacer un video que los uniera a ellos y a Los Desiguales. Yo estuve desde el inicio, cuando empezaron a concebir la canción, y luego vino el video que quería cambiar su imagen, siguiendo algunas pautas que ya ellos tenían. Y a partir de ahí se puede decir que empieza una carrera artística para mí y para Qva Libre.

—¿Cuáles han sido entonces los trabajos fundamentales que han ido trazando esa carrera, que han colocado a Qva Libre en la posición que ocupa en este momento dentro del video clip cubano?

—Bueno, yo empezaría hablando de “La Tremendonga”, porque es un trabajo muy completo y porque si alguien me pregunta con qué video yo me identifico le respondería que con “La Tremendonga”. Es mi video, aunque haya otros superiores, pero de él guardo recuerdos y experiencias que no se pueden comparar con otros trabajos. Para “La Tremendonga” había que hacerlo todo nuevo, cambios que iban desde crear un logotipo y diseño gráfico para la banda hasta vestuario, escenografía, maquillaje, factura visual. Lo único que se mantenía eran los sombreros. Y hubo que extrapolar toda esa locura de Qva Libre a un mundo de fantasía siguiendo algunas normas visuales que los identificara, como el uso de colores planos, las tipografías, el tipo de cortes, el grano de la imagen, un conjunto de cosas para que pareciera un dibujo animado pero con personajes reales.

También está “Fiesta Crazy”, que tiene otra visualidad. Si “La Tremendonga” fue en una casa de juguete, “Fiesta Crazy” fue en una playa de cartón, manteniendo los mismos códigos del mundo fantástico pero llevado a la fiesta en la playa con los personajes, porque los videos de Qva Libre son de personajes que buscan determinado objetivo, en este era bañarse en la playa, disfrutar. La historia la hice completa y de hecho esa idea era para “Mueve tu cucu” pero al final la adaptamos. Yo creo que este fue un trabajo más completo que “La Tremendonga” porque está mejor concebido en muchos aspectos. Para ese momento, claro, yo había ganado alguna experiencia y se pudo fortalecer la fotografía, los efectos visuales.

Ahora, “Cuando tú dices que me amas” fue completamente distinto, como pasar del 2D al 3D. Carlos Díaz me pidió filmar en exteriores y llevar ese mundo de fantasía a las calles, y entonces recreé tres historias porque los tres cantantes: Carlitos, Lenier y El Ruso, entraban en distintos momentos de la canción, y así ganaba en visualidad y continuaba con los personajes del mundo imaginario, pero un poco más reales. El video se filmó en los campos del Jardín Botánico, en La Maison y en la Playa El Salado, todo con un toque fantástico.

Ellos me dicen que yo les cambié la vida en cuanto a imagen, que hay un antes y un después. Por ejemplo, de “Ando caliente” que era el último video que habían hecho, a “La Tremendonga”, hay un salto; incluso lo hay de “La Tremendonga” a “Cuando tú dices que me amas”, la imagen está mucho más madura. Yo a ellos les hago todo, los flyers para sus presentaciones, los spots, los souvenirs, almanaques, calcomanías, afiches, incluso la decoración de los lugares donde cantan. Yo manejo toda la imagen, no hay nada que se me escape.

—El humor, que deviene en tus videos en código cuidadosamente elaborado, recorre la mayoría de ellos y ayuda a perfilar el sello que ya los distingue.

—Sí, el humor es algo que yo llevo en la sangre, me gusta ponerle algo de humor a todos los videos, incluso hay videos que los he tenido que hacer bien serios y terminan siendo otra cosa. Pero con Qva Libre se puede decir que es un banquete porque nos mezclamos, y ese era un punto de partida, mantener el humor. En los videos de Los Desiguales esa cualidad simplemente está de una forma u otra, mientras que en los de Qva Libre es intencional la sobreactuación, exagerar una frase, una mirada, un gesto. En “Cuando tú dices que me amas” el humor se concibe de una forma en que si quieres te ríes y si no, no. Pero en “La tremendonga” y “Fiesta Crazy” sí, hay que reírse.

—Sin dudas, José Rojas y Qva Libre se piensan ya como un binomio. ¿Hay alguna intención de trascender, en términos audiovisuales, los márgenes mismos del video clip?

—Hace algún tiempo venimos pensando en hacer algo, probablemente una especie de cortometraje donde se vea todo lo que pasa fuera de las cámaras. No sería documental, sino un corto que muestre todo el proceso para hacer un video, el ensayo de un concierto, una noche en el Café, en fin, como es toda esa locura con Qva Libre…

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