Orlando Duque en Cuba: Un buen salto presiona a los otros clavadistas

Como todo deporte extremo, muchos son los riesgos que se corren cuando uno se encuentra a una respetable altura preparándose para saltar, pero a mi entrevistado eso parece no importarle. El colombiano Orlando Duque, o el rey de los clavados, como me atrevo a llamarle, es un as en este deporte, y la mejor prueba de ello es la medalla de oro que conquistó en el Mundial de Deportes Acuáticos en la ciudad de Barcelona.

A solo unos meses de cumplir 40 años, Duque, la leyenda de uno de los espectáculos deportivos más bellos y vistosos del mundo, interrumpió su entrenamiento en la piscina del Inder, en la Ciudad Deportiva, en La Habana, para responder nuestras preguntas.

—Duque, ¿no le tiene miedo al riesgo?

—Siempre me ha gustado saltar y estar en el aire, los clavados me emocionan. Aún hoy siento esa sensación y me encanta poder caer desde las alturas. Me apasiona la velocidad, la caída y la aceleración, sentir el viento. De pronto, un poquito el miedo que siente uno antes de saltar.

Orlando Duque y la entrevistadora

—Cuando se encuentra en las alturas, preparándose para saltar, ¿qué sensación experimenta?

—Antes de saltar uno está un poquito asustado, siente miedo por la altura y la peligrosidad del salto, ya en el aire uno se concentra más en lo que tiene que hacer para que el salto quede bien. Después del salto, cuando todo ha terminado, se siente una sensación de felicidad y alivio. Es un contraste bastante pronunciado que tiene lugar en tres segundos.

—¿Cuáles son tus expectativas para el Cliff Diving de La Habana?

—Expectativas muy grandes, yo quiero ganar y me he preparado mucho. Estoy saltando y entrenando para, en lo posible, saltar bien, eso es lo más importante. Hacer buenos clavados es la forma de ponerle presión a los otros clavadistas. Ese es el plan, saltar bien.

—¿Algún nuevo reto que nos quiera adelantar?

—Quiero aumentarle la dificultad a mis saltos, pero eso es un proceso largo, fortalecer el cuerpo, ponerme un poco más veloz y más ágil.

—¿Cómo ha sido la acogida de los cubanos?

—El recibimiento de los cubanos fue excelente. Desde que llegué al aeropuerto todo el mundo me reconocía y saludaba. Cuba es un país que ha hecho mucho por el deporte.