Senado de EE.UU. no detiene delitos sexuales en Fuerzas Armadas
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Aunque el proyecto de ley de la senadora por New York, Kirsten Gillibrand, recibió el apoyo de más de la mitad del Senado, la votación 55 a favor y 45 en contra quedó por debajo de los 60 votos necesarios para dar luz verde a la iniciativa, destacó el diario digital The Hill.
La votación de este jueves constituyó un duro revés para Gillibrand, quien en los últimos meses reforzó una campaña para efectuar uno de los cambios más radicales en el sistema judicial militar norteamericano en décadas.
La concreción del proyecto habría permitido despojar a los comandantes de su capacidad para modificar la condena del jurado, una baja deshonrosa o el despido de cualquier persona declarada culpable de asalto sexual y establecer una revisión civil cuando se toma la decisión de no procesar un caso.
Gillibrand y sus partidarios argumentaron que la propuesta resulta necesaria teniendo en cuenta que una gran mayoría de las víctimas no reportan delitos de agresión sexual por temor a represalias por parte de sus superiores.
Quienes dieron la espalda a la medida argumentaron que son los comandantes quienes deben mantener la responsabilidad de frenar el problema de asalto sexual dentro del estamento castrense, destacó la publicación.
A fines del año pasado un informe del departamento de Defensa reconoció que en 2012 se reportaron más de 26 mil delitos sexuales en las instituciones militares estadounidenses, lo que significó un crecimiento de más de un 30 por ciento en relación con 2010.
Un total de 18 generales y almirantes fueron despedidos en años recientes, 10 de ellos perdieron sus trabajos debido a indisciplinas relacionadas con su conducta sexual, y otros por corrupción y problemas de adicción a las bebidas alcohólicas, revelan informes oficiales.
Este jueves, el general de brigada Jeffrey A. Sinclair, excomandante adjunto de las fuerzas norteamericanas en el sur de Afganistán, se declaró culpable de tres cargos menores de delitos sexuales ante una corte militar.
El exvicejefe de la 82 División Aerotransportada, unidad del Ejército con sede en Fort Bragg, Carolina del Norte, enfrenta cargos de sodomía forzosa, conducta sexual ilegal, adulterio, relaciones inapropiadas con varias mujeres, fraude, desobediencia a sus superiores, posesión de pornografía y consumo de bebidas alcohólicas en su puesto de trabajo
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