Religiosos de EE.UU. y Cuba abogan por normalización de relaciones

El Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo de Estados Unidos y el Consejo de Iglesias de Cuba expresaron hoy su compromiso de abogar con más firmeza aun por la normalización de las relaciones entre ambos países.

Medio siglo de animosidad debe terminar y no dudamos que es en el mejor interés para las dos naciones iniciar la normalización de relaciones, como conviene a países soberanos y vecinos, afirmaron las instituciones en una declaración conjunta, divulgada por el Noticiero Nacional de Televisión.

El texto agrega que esta posición es apoyada por la comunidad internacional, la cual ha pedido 20 veces en la Asamblea General de Naciones Unidas el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Washington contra la isla.

Recordamos la intención del presidente Barack Obama de considerar y revisar la antigua política norteamericana hacia Cuba y oramos por su pronto y completo cumplimiento, señala.

Ambos consejos se refirieron a los "pasos reales pero aún insuficientes" por parte de la administración de Obama en enero de 2011, hacia relaciones normales entre los dos países, incluyendo el levantamiento de algunas restricciones para viajar, acotaron.

Nuestro compromiso pastoral nos impele a trabajar por la resolución de asuntos humanitarios como el de ese cerco económico, el mayor obstáculo para la resolución de las diferencias, la interacción económica y un total compromiso de nuestros pueblos e iglesias, apuntaron.

También aludieron a la encarcelación en Estados Unidos de cinco antiterroristas cubanos, condenados a severas penas por infiltrar grupos violentos que desde Miami operan contra la nación caribeña.

Promoveremos con más vigor la relación entre nuestras iglesias y consejos de iglesias, y para continuar nuestra labor común, nos comprometemos a reunirnos de nuevo en 2013, convinieron.

El secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo de Estados Unidos, Michael Kinnamon, llegó a Cuba el pasado lunes, acompañado de una numerosa delegación integrada por varios líderes de iglesias presbiterianas, metodistas, ortodoxa y episcopal.