Inaugura Bonachea su exposición a galería repleta
A local repleto, como una de las más atractivas cintas del actual 33 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, inauguró hoy Vicente Rodríguez Bonachea su exposición Una oscura pradera me convida, en la galería Orígenes.
Bonachea declaró que la muestra, abierta hasta el 15 de enero, es como una película que propone el tránsito hacia un universo lleno de extrañas criaturas e interrogándose acerca de los fundamentales misterios de la existencia.
Esta vez el artista exhibe 10 obras, cuatro de ellas volumétricas, escultóricas, y las demás sobre los códigos bidimensionales, pero con aplicaciones en madera, plástico, textiles y otras materias, que confieren a las piezas una sugerente visualidad.
Inspirado en un poema homónimo de José Lezama Lima, otro fantasioso fabulador desde la palabra, Bonachea realiza con imágenes sus mundos personales, que resultan franquicias hacia los espacios interiores de quien los observa, como acicate a la creación personal.
Pueblan cuadros y esculturas seres hieráticos, pero con tal chispa de humanidad y, a veces, de desenfadado erotismo criollo, que más allá de su ternura, despiertan complejas reflexiones, encontradas emociones o atrevidas sugerencias.
La recurrencia a los saurios, a las lagartijas de cola anillada, está otra vez presente en esta muestra, como complemento de una figura, en Medusa, o total protagónico, en Como divino reptil.
También aparecen sus especiales tonos de azules, que el creador identifica con la poesía y esta vez cubren la escultura titulada El que a hierro mata, una irónica metáfora sobre la intercambiable condición de depredador y víctima que prima en las relaciones del hombre con los animales.
Una oscura pradera me convida resulta un convite al disfrute, a la reflexión, a encontrar una nueva herramienta para explicarse el mundo, a la creación de mundos oníricos y surrealistas por cada persona para poder apreciar con mente abierta esa realidad cotidiana que a todos rodea y condiciona.
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