EN GALERÍAS: El pensador, de Kcho (+ FOTOS)

Un gigante, con cuerpo de rústicos botes de poliespuma, ojos de carretes para pescar y nariz y manos de remos, piensa desde la isla, seguramente, en el mar que la comunica y la alimenta; piensa en las pequeñas criaturas que lo observamos, en nuestra relación compleja con el espacio y el tiempo, en la historia que escribimos para la ínsula que nos vio nacer, recuerda, tal vez, también a los que vio morir o sangrar o simplemente enjugarse gotas de sudor mientras halaba la red donde atrapó el sustento… piensa…

El pensador de Kcho remite, evidentemente, a la escultura de Rodin, pero antes, mucho antes o con más precisión la instalación nos vuelve la vista a la contemporaneidad, a Cuba y a la obra del propio autor, que ha transcurrido inmersa en nuestra ¿maldita? “circunstancia del agua por todas partes”, solo que ahora los motivos y los recursos adquieren forma humana, reclaman ese carácter antropomorfo y consiguen dialogar desde una altura conceptual tremenda con nosotros y sobre nosotros.

Todos podemos navegar ahí, desgarrarnos en el camino de un sueño, hacer un bojeo espiritual del archipiélago, salir precariamente de pesca, mirar el mar, sea cual sea la relación que el observador tenga, especialmente si es cubano, inevitablemente será entrañable y podrá acompañar el gigante que nombra la más reciente exposición de Alexis Leyva Machado, emplazada en uno de los espacios de su proyecto Kcho estudio Romerillo. Laboratorio para el arte.

La colección incluye además instalaciones y dibujos, todos realizados durante el proceso constructivo del sitio que mucho más que un estudio o taller personal el creador concibió como un centro para el desarrollo, la promoción y la educación artística que beneficie a toda la comunidad de Romerillo, un barrio antes marginado en la capital cubana.

Propelas, arena de playa, botes de madera, cámaras, regresan en la muestra cuyas obras pertenecen a la colección personal del autor y están a disposición del público todos los días de la semana desde las nueve de la mañana sin costo de entrada.

La diversidad de materiales que se combinan con una ingeniosidad ya demostrada por Kcho caracterizan estas piezas, donde, una vez más, la belleza adquiere otro significado y se hace profunda, elocuente, intensa, como si imitara a la vida misma.