El espionaje de EE.UU. es poco eficaz en la lucha contra el terrorismo

La investigación analizó los expedientes de 225 personas reclutadas por Al Qaeda y otras organizaciones acusadas de terrorismo tras los atentados terroristas perpetrados en EEUU el 11 de septiembre de 2001, cuando terroristas secuestraron cuatro aviones con pasajeros, dos de los cuales se estrellaron contra las torres gemelas en Nueva York, un tercero contra el Pentágono y un cuarto posiblemente, contra la Casa Blanca o el Capitolio. Todos los aviones, excepto el último lograron su objetivo ocasionado al menos 2.974 muertos.

Según el estudio, la mayor parte de los expedientes pudieron ser recopilados gracias a los métodos tradicionales como datos de informadores, operativos de los servicios secretos y otros, mientras que la utilización de información personal permitió incoar una cantidad muy reducida de casos penales sobre terrorismo.

Así, la recopilación de información sobre los estadounidenses permitió incoar el 1,8 % de las investigaciones penales y los programas de escuchas practicadas por la NSA en el extranjero permitieron iniciar el 4,4 % de las investigaciones relacionadas con terrorismo.

Las actividades de espionaje masivo de la NSA es objeto de duras críticas en EEUU y el mundo después de que el excolaborador de la CIA Edward Snowden denunciara programas secretos de la organización para interceptar el correo electrónico y las llamadas telefónicas de millones de estadounidenses y ciudadanos de otros países, como también a 35 líderes políticos mundiales.

Tras el escándalo, el presidente de EEUU, Barack Obama, prometió una reforma a los servicios secretos. El pasado mes de diciembre, una comisión creada para este fin recomendó al presidente establecer criterios concretos de vigilancia de la NSA.