De pie detrás de un globo de 15,85 metros (52 pies) de envergadura el jueves en Peñitas, 24 kilómetros (15 millas) al oeste de McAllen, el jefe de sector de la Patrulla Fronteriza en el Vale del Río Grande, Rosendo Hinojosa, dijo que el globo ayudará a interceptar contrabando a lo largo de la zona de mayor actividad en la frontera sureste del país.

"Esto nos va a dar una capacidad que no tenemos ahora", dijo Hinojosa.

Durante una demostración el año pasado, un globo sujeto con cables detectó con facilidad a 762 metros (2.500 pies) de altura la marca, modelo y color de los vehículos que se encontraban a 3,2 kilómetros (un par de millas). Sus cámaras infrarrojas son controladas por operadores en contenedores llenos de computadoras cerca de donde los globos están anclados.

Muchos de estos globos se usaron en Irak y Afganistán como parte de los sistemas de protección de las bases militares.

John Milne, director local de la Policía de Aduanas y Protección Fronteriza para el proyecto, dijo que la prueba de seis meses permitirá a la agencia evaluar la manera en que la tecnología puede aplicarse en la frontera.

El enorme globo blanco presentado el jueves tiene un cable de anclaje de 396,24 metros, que estaba muy cerca de su centro de control terrestre debido a los fuertes vientos. Milne dijo que su cámara tiene un alcance de ocho a 16 kilómetros en condiciones climatológicas óptimas.

Hinojosa agregó que la tecnología de vigilancia móvil como la de los globos, que pueden desinflarse y llevarse a otros lugares, será de ayuda para mantenerse al corriente de los cambios de flujo del tráfico ilegal en la frontera.

La Patrulla Fronteriza considera que los globos pueden ser igualmente efectivos contra el contrabando de personas y el tráfico de drogas en el terreno extremadamente agreste del sur de Texas.

La agencia ha efectuado pruebas con sistemas similares a lo largo de la frontera de Arizona.

Además del globo en Peñitas, otros dos se colocarán en el sector. Uno estará en Falfurrias, a una hora por tierra de la frontera, donde las muertes de inmigrantes que tratan de evadir el puesto de control carretero de la Patrulla Fronteriza cada vez son más frecuentes.