La delegación cubana al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes rindió hoy homenajes a los próceres latinoamericanos José Martí y Eloy Alfaro, y recorrió la Capilla del Hombre, obra del artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.

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La comitiva integrada por más de 300 jóvenes y varios invitados depositó este sábado una ofrenda floral en la base del monumento al Héroe Nacional cubano en la rotonda de la Avenida América.

Tenemos muchas razones para venir a rendir homenaje a Martí, aseguró el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, Yosvani Montano, al intervenir en el solemne acto.

Tras destacar el humanismo de Martí, el líder juvenil recordó que el llamado Apóstol de los cubanos concibió en pleno siglo XIX un proyecto unitario para toda América Latina, y pocos días antes de morir en combate advirtió sobre las amenazas del capitalismo naciente.

El homenaje al prócer cubano cerró con una interpretación musicalizada de los Versos Sencillos, a cargo del cantautor Eduardo Sosa, uno de los artistas que acompaña a los delegados de la isla caribeña al Festival.

Los jóvenes se trasladaron luego al Parque Ejido para presentar sus respetos al líder de la Revolución liberal ecuatoriana, el patriota Eloy Alfaro, quien siempre estuvo muy cercano a Cuba y a sus patriotas, como recordó Yosuán Palacios, presidente del Movimiento Juvenil Martiano.

Palacios resaltó los lazos de amistad que mantuvo Alfaro con Martí y con Antonio Maceo, otro patriota cubano que murió en combate contra el colonialismo español un día como hoy, pero de 1895.

Como colofón del homenaje a Alfaro, el joven cantante Adrian Berazaín interpretó Por encima de lo conocido, una canción de su autoría, dedicada a Martí.

La Capilla del Hombre y la casa-museo del desaparecido pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín fue la siguiente parada del grupo.

Este es un pedazo de tierra cubana, les aseguró Pablo Guayasamín, hijo del artista y presidente de la Fundación que lleva su nombre, tras señalar que la familia del pintor se sentía honrada de recibir a los mejores hijos de la Revolución cubana.

Flanqueado por su madre de 95 años, su cuñado Alfredo Vera y otros familiares, Pablo Guayasamín apuntó que "la Capilla del Hombre, este templo de la paz y espacio de meditación, solo fue posible gracias a Fidel Castro y al pueblo cubano.