El fuego olímpico se sumerge en el Baikal, el lago más profundo del planeta
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El buzo salvavidas Nikolái Rybachenko se sumergió con la antorcha hasta una profundidad de 15 metros en el lago, a una temperatura de 4 grados sobre cero. Una vez ahí entregó la antorcha a la presentadora de televisión Ekaterina Andréeva. Posteriormente, el vicepresidente del Comité Organizador Sochi 2014, Alexander Vronsky, que también se encontraba en el agua, salió a la superficie donde lo esperaba Mihail Chuev. El relevista recorrió el lago en un flyboard, una ‘tabla voladora’ conectada a una manguera que expulsa un gran chorro de agua a presión.
"Para que la antorcha se encienda bajo el agua se preparó una carga pirotécnica especial con elementos de caucho. Esta antorcha puede arder en varios ambientes, incluso bajo el agua, y eso no depende mucho de la presión", explicó Gleb Lokshin, director general de 'Pirospetseffekt', agregando que con esta tecnología es posible sumergir la antorcha encendida a profundidades de hasta 200 metros.
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