¿Quién le tiene miedo al Búfalo?

Apenas comenzó la vigésima Liga Superior de Baloncesto (LSB) masculina y el rey actual del torneo, la manada de Búfalos de Ciego de Ávila, han confirmado sus pretensiones de ganar por octava vez el título.

Para Jesús Martos, el director técnico de ese conjunto, la principal preocupación debe ser que sus muchachos no se confíen en el tabloncillo. Ya eso les costó sudar en extremo la camiseta para poder imponerse dos veces a los Toros de Artemisa y los Guerreros de Matanzas sí lograron encajarle una lanza envenenada para quitarles el invicto.

Por lo demás, cuenta con todos los ingredientes para volver a lo más alto del podio de la LSB. Y sobre todo, un Yoan Luis Haití, fenomenal pívot que sabe hacer de todo bajo el aro y asume el protagonismo absoluto cuando las cosas se ponen tensas. Un atleta que asegura el funcionamiento impecable de la maquinaria y no deja que ningún «ejemplar» se salga del rumbo táctico de la manada.

Así que pocos, para no decir que nadie, dudan de que los Búfalos animen la gran final que según el calendario oficial debe desarrollarse entre el 11 y el 22 de diciembre próximos.

Ahora bien, ¿quién será el retador? En las últimas ediciones el Tren de Capitalinos ha sido el principal contendiente. Pudiera repetir este año su presencia en el play off por la corona, pero para ello ha de encontrar entre sus atletas a un líder, alguien que sea capaz de mantener arriba el ánimo del quinteto, de anotar los puntos importantes, de no dejar que los rivales les arrebaten los balones en las jugadas que deciden partidos.

Sin ese «coche guía», el tren pudiera descarrilarse antes de llegar a la estación más codiciada del baloncesto masculino cubano. En eso trabaja el «maquinista» Armando Acosta, pero no ha tenido suerte y eso le ha costado empezar la Liga a media velocidad.

Con serias intenciones de sustituir a los habaneros en las escenas finales de esta película, andan los Halcones de Santiago de Cuba y los Guerreros de Matanzas. Hasta los Toros de Artemisa se atrevieron a bloquear la línea férrea y detener una vez la marcha del Tren.

Los santiagueros pasearon en el Torneo Nacional de Ascenso, y su vuelo en las primeras subseries de la LSB augura que vienen decididos a salir del sótano al que fueron condenados en Ligas anteriores, a pesar de caer recientemente dos veces ante los avileños.

Los Guerreros de Matanzas, guiados por el experimentado director Arsenio Coco Morales, redondearon un elenco compacto, capaz de incluirse en el selecto grupo de los cuatro grandes, y su división de honores con los Búfalos ha sido una muestra de sus pretensiones y sobre todo, de sus potencialidades.

Los Toros de Artemisa no arrancaron bien la Liga, pero su director, Raudel Balaguert, le aseguró a Cubasí que si logran un buen resultado en las subseries como locales pudieran dar pelea por el cuarto boleto a la semifinal. Reconoce que no será fácil, pero que los muchachos tienen mentalidad ganadora.

Otro elenco con posibilidades nuevamente de avanzar es Camagüey. Los Tigres tampoco han empezado con la fiereza de otras temporadas, pero su timonel, Leonardo Maravilla Pérez, ratificó la pretensión de ser el primero en ganar ligas conduciendo equipos diferentes, pues ya fue monarca al frente de Centrales y ahora quiere repetir con los agramontinos.

Sin embargo, Leonardo ha de lograr que la ausencia de hombres altos no le afecte su esquema de juego, basado en la defensa.

Sancti Spíritus y Guantánamo deben hacer un esfuerzo adicional para incluirse en la reducida nómina de sobrevivientes de la ronda clasificatoria, pero todo puede suceder, así que ni pensar en descartarlos ya.

Parece que esta versión de la Liga, sin toda la concurrencia de público que quisieran los quintetos, augura mucha rivalidad por los pasajes a la postemporada. Ojalá sea bien, para bien del espectáculo y del baloncesto masculino cubano.