Dirigidos por segundo año consecutivo por Yovani Aragón, con la confirmación de Ismel Jiménez como su lanzador talismán y sin el trío de Gourriel que lo acompañó en la última década, el equipo de Sancti Spíritus intentará lograr un canto de triunfo en la venidera temporada beisbolera, ratificada para iniciarse el 3 de noviembre en ocho estadios del país.

Otra vez los llamados gallos espirituanos andan esperanzados de llegar a la segunda fase del campeonato y pelear entonces por incluirse en los play off, de los cuales guardan una nefasta historia, pues en la última década han quedado siempre entre los ocho punteros (con dos bronces incluidos), pero sin tocar lo más alto del podio, algo que solo lograron en el lejano 1979.

Todavía es inolvidable para algunos peloteros la final ante Holguín en 2002, cuando cayeron en el séptimo partido con un ponche de leyenda del zurdo Oscar Gil a Frederich Cepeda bateando a la derecha en el noveno inning; en tanto, su afición recuerda con nitidez las veces que han dominado la etapa regular y luego dejan de entonar la melodía de la victoria en la ronda decisiva.

Pero vayamos a la realidad, a la campaña 2013-2014, en la que nuevas caras deberán sumarse a los establecidos Cepeda, Eriel Sánchez, Liván Monteagudo y Yunier Mendoza, por solo mencionar la tanda ofensiva más temible, a la que deben contribuir jugadores de tacto y de menos promedio ofensivo como Robersis Ramos y Orlando Acebey.

Por cierto, los entrenamientos han estado centrados en la defensa de campo —aspecto que les estropeó más de una victoria en la pasada versión—, y al parecer Acebey se hará cargo de la tercera almohadilla que dejó Yulieski Gourriel con su traslado para Industriales; mientras en la receptoría se prueba al mundialista juvenil, Yunior Ibarra, quien pudiera alternar con un veterano de 21 series nacionales como Eriel.

En ese mismo nivel de información se conoció que Cepeda está ya totalmente recuperado de su operación y sobre él descansará, en gran medida, lo que puede hacer su conjunto, así como en el cuerpo de lanzadores, liderado por Ismel Jiménez —calumniado sin sentido hace unos días por una posible salida ilegal—, y en el cual volverán a aportar sus servicios de abridores dos veteranos como Ángel Peña y Noelvis Hernández, aunque no se descarta que lo pueda hacer además el zurdo recién llegado de la categoría juvenil Aldo Conrado.

Por supuesto, los gallos espirituanos saben que avanzar o no en la tabla de posiciones dependerá de haber corregido sus bancos de problemas y sobre ellos andan trabajando. Asimismo, Aragón ya reconoció que todos los jugadores, noveles y experimentados, estarán sometidos al mismo rigor y jugará quien mejor lo esté haciendo con el guante y el madero.

Sobre las bajas más sensibles del conjunto es mejor no hablar, pues ya se explicó que los tres Gourriel vinieron a vivir a La Habana, al lado de su padre Lourdes, y lo hecho por ellos quedará en números y en el imaginario popular. «Nosotros vamos por los mismos objetivos de la edición anterior y es bueno decir que el espíritu de los muchachos nuevos y los más veteranos es que podremos cantar muchos triunfos para nuestro pueblo espirituano», ratificó el carismático mánager.

De algo sí estamos seguros y expectantes. A este colectivo habrá que jugarle de excelencia para arrebatarle los triunfos. La melodía de Aragón promete sonar y sonar, con carreras y más carreras, a partir de la entrega y la perseverancia de sus discípulos, a quienes sus seguidores aplaudirán si dejan —sin vacíos ni retóricas— la piel en el terreno.

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