El bluf de EE.UU.: Reducir el arsenal nuclear estratégico y reforzar el táctico
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Las declaraciones de los políticos estadounidenses sobre una posible reducción de los arsenales nucleares de EE.UU. no son nada más que un bluf. Su finalidad es imponer que Rusia comience a reducir la rama más combativa de sus Fuerzas Armadas.
Así opina el experto del Centro de Estimaciones y Pronósticos Estratégicos, Nikolái Astrovski, quien compara la situación actual de las armas nucleares tácticas de EE.UU. y la OTAN con la 'escopeta de Chéjov'. El escritor ruso planteó que si en el primer acto del espectáculo aparece una escopeta cargada, más adelante esa arma se debe disparar.
Actualmente el arsenal estadounidense cuenta con unas 800 bombas aéreas de caída libre de tres modificaciones diferentes, recuerda el experto. Al mismo tiempo la OTAN posee entre 150 y 200 bombas del modelo B-61 con una potencia total de unos 18 megatones de equivalencia en TNT. Dichas armas están desplegadas en seis bases aéreas de EE.UU. en Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Turquía.
Además, la OTAN y –a través de este organismo– EE.UU. cuentan con siete aeródromos en Polonia y varios en Eslovaquia, Lituania, Letonia y Estonia, operativos dentro de las misiones con armamento de destrucción en masa. A partir de ellos, el tiempo de acercamiento a un objetivo cercano a las fronteras de dichos países con Rusia se reduce de los 40-50 minutos a unos 4–7 minutos en comparación con las fuerzas estratégicas, desplegadas a otro lado del Atlántico y equipadas con misiles intercontinentales.
Los nuevos planes del Comando Estratégico de EE.UU. prestan una atención especial al uso de esas armas tácticas en el teatro de acción europeo, afirma Astrovski.
Según mostraron los resultados de los recientes simulacros militares, dice, en caso del traslado de los aviones portadores de armas nucleares a los países de Europa Central, casi todo el territorio europeo de Rusia se vería en la zona de alcance de un ataque 'táctico'. La precisión del impacto sería muy alta, con un margen de error entre 40 y 60 metros. Incluso las instalaciones militares especialmente protegidas quedarían indefensas frente a esas cargas tácticas.
El analista percibe la reciente reorganización de los aeródromos militares en los países bálticos (exrepúblicas soviéticas), de conformidad con las normas del uso de las armas nucleares de la OTAN, como un argumento más a favor de que EE.UU. se esté preparando para el uso de ese tipo de armamento con la mayor eficacia posible.
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