El caso Robles se ha convertido en un culebrón mediático. Desde Cuba se refieren algunos argumentos que el universo periodístico interpreta a placer y reproduce, de acuerdo a sus intenciones, infinidad de notas sobre el asunto.

Todo comenzó en Turín, al menos este capítulo sin gatos y ratones definidos. Allí el campeón olímpico de Beijing 2008 reapareció y tomó parte en el Memorial Primo Nebiolo para agenciarse la sexta plaza con un crono de 13.82.

Acto seguido Cuba se pronunció, la IAAF echó mano a lo que dicta el reglamento y Robles quedó «desamparado». Pasa que como la Federación Nacional cubana no lo reconoce y él no estaba respaldado oficialmente por club alguno, fue vetada su participación en el Gran Prix de Gotemburgo, el pasado día 15.

Así las cosas, un club era la opción, y por un club se decidió dadas sus intenciones confesas de «no parar», e ir en busca de mejores registros. En estas condiciones, todos los cables señalaban a Mónaco, y al parecer los caminos también.

AFP se ha encargado de dar el «visto bueno» del asunto y ya otros tantos replican las declaraciones de Tony Campbell, su mánager, en las que confirma el fichaje de Dayron Robles por un club enclavado en los dominios del Príncipe Alberto.

«Fue la decisión de Dayron. Él había dicho a la Federación que ya no deseaba correr por Cuba. La única cosa que podíamos hacer era encontrar un club. Él tiene desde hace exactamente una semana una licencia en Mónaco», dijo Campbell a la citada agencia en París, donde se encuentra con Robles.

«La obtuvo el mismo día del mitin de Gotemburgo, pero entonces no había pasado los exámenes médicos, por lo que no pudo correr. Ya se hicieron los exámenes médicos y él posee una licencia en buena y debida forma en Mónaco. Por lo tanto, cumple las condiciones de la IAAF y no habrá ningún problema. Él correrá en Reims», añadió.

En fin, que al parecer el problema ha quedado solucionado y el muchacho animará con su presencia el mitin de la Villa de Reims, Francia, el venidero día 28. Hará su segunda salida de la temporada, correrá, y resonará por hacerlo, por el solo hecho de hacerlo bajo su jurisdicción. En un tiempo, probablemente menor del que muchos estiman, sus marcas puede que también lleguen a ser motivo de titulares, y es casi probable que exista otra federación nacional que le «fiche», pues cuenta con el enorme atractivo de ser perfectamente elegible de cara a Río 2016.

Dayron es, por demás, un tipo mediático, dado como pocos a ese universo fabricado por los medios que para el resto de los cubanos es inusual. Por ello, y por sus potencialidades para el deporte, habrá muchas aristas de las que se pueda alimentar esta historia. Una a la que, insisto, le siguen faltando las palabras de su protagonista.

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