Aunque todavía el cuarto cupo para la postemporada no tiene nombre definido entre Villa Clara, Ciego de Ávila e Industriales, lo que sí está seguro es que el próximo 25 de mayo darán inicio los esperados play off, ahora más cortos que en las últimas versiones, pues comenzarán desde las rondas semifinales.

La clasificación adelantada de Cienfuegos, la segunda posición casi inalterable de Sancti Spíritus y la fogosidad de Matanzas les aseguran respirar tranquilos para las últimas subseries de la etapa regular, en la que el duelo entre naranjas y tigres se antoja como el más atractivo, en tanto el estadio Latinoamericano, parece destinado a apagarse hasta la próxima campaña, pues solo un milagro daría la clasificación a los azules, algo poco visto en el béisbol moderno.

Una de las características de esta postemporada será, sin duda, la lucha por destronar a los Elefantes sureños del primer lugar que han ostentado en casi toda la segunda fase, al tiempo que espirituanos y yumurinos pelearán por un título añorado para sus respectivas aficiones desde hace años, mientras el cuarto conjunto clasificado pudiera dar la sorpresa mayúscula y nadie podrá subestimarlo.

¿Será este el año de la tropa de Iday Abreu tras cuatro años clasificando de manera consecutiva? ¿Podrá Víctor Mesa conseguir su primera corona como mánager a nivel nacional? ¿Se quitarán los espirituanos, específicamente la generación de Yulieski, Cepeda, Ismel y Eriel, el cartel de no saber ganar campeonatos nacionales?

Con la clasificación aún enrarecida por el cuarto cupo de la postemporada una nota curiosa pudiera darse de no clasificar Ciego de Ávila. Sería la tercera vez consecutiva que un equipo campeón en la edición precedente no puede defender su corona al año siguiente. Le sucedió a Industriales hace par de años tras ganar la 49 Serie y a Pinar del Río en la pasada versión.

Hay quien comienza a vaticinar que el último conjunto que se cuele entre los cuatro grandes (Villa Clara o Ciego de Ávila) será el monarca –algo que también tiene antecedentes en los propios capitalinos y avileños-, al tiempo que no faltan los pronósticos de que las emociones en el centro del país serán tantas que pudiera temblar la tierra por un volcán beisbolero durante 15 días.

Si exigen al redactor un pronóstico, arriesgaría los argumentos por un éxito sureño o matancero, aunque, como siempre, no olvido que la pelota es redonda y viene en caja cuadrada. Lejos de pensar que la falta de varios clásicos de la pelota cubana pueden nublar estos play off, vivámoslos, disfrutémoslos a toda su plenitud. Eso es también cubanía.